El rey Carlos III, en tratamiento por su cáncer, quiere que esta Navidad sea "especial" por si acaso "es la última"
A estas fiestas se suma el alivio que representa la recuperación de Kate Middleton, que anunció que su cáncer estaba en remisión el pasado enero
El rey Carlos III cumple 77 años en plena crisis: su cáncer, cambios en Buckingham y enfrentado con su hermano Andrés
Con el diagnóstico de cáncer con el que convive desde febrero de 2024, el rey Carlos III ha decidido que esta Navidad llevará a cabo una celebración distinta: con toda la solemnidad, la cercanía y la intención de atesorar cada momento con su familia como si pudiera ser "la última".
Así lo ha revelado una fuente a 'Us Weekly', asegurando que, a sus 77 años y en pleno tratamiento contra el cáncer que padece, el soberano británico se prepara para estas fiestas como nunca antes.
Pese a que hace meses declaró que "no le va demasiado mal" tras algunas revisiones, fuentes cercanas han admitido que su salud inspira preocupación y que obligan a adoptar la estrategia de "día a día" porque nunca se sabe cuándo puede empeorar su estado de salud.
El plan es mantener las tradiciones de siempre: el paseo navideño del 25 de diciembre hasta la iglesia de St. Mary Magdalene Church, en la finca real de Sandringham y la grabación y emisión de su discurso navideño, pero esta jornada en familia probablemente sea más emotiva y discreta. "Hará todo lo que se espera de él y más", ha añadido la fuente al citado medio.
A este cuadro se suma el alivio que representa la recuperación de Kate Middleton, que el pasado mes de enero anunció la remisión de su cáncer. Kate también estará junto al príncipe Guillermo, sus hijos y sus propios padres, Michael y Carole Middleton.
Para Carlos III, en este sentido, su situación es otra: podría ser una fiesta de despedida, o al menos una de las últimas en las que pueda elegir cómo quiere recordarlas. "Prioriza el deber, pero también es un hombre de familia que sabe que su tiempo es valioso", han manifestado.
La ausencia del expríncipe Andrés
Sin embargo, en esta Navidad no faltan las sombras. Una de las ausencias más destacadas será la de Andrew Mountbatten-Windsor, antes príncipe Andrés, que este año no ha sido invitado a las celebraciones familiares en Sandringham.
Tras el escándalo derivado de la filtración de antiguos mensajes de los duques de York con Jeffrey Epstein y la posterior decisión del rey de revocar sus títulos reales, Andrew y su exmujer, Sarah Ferguson, no aparecerán en el encuentro navideño de los Windsor.
La Casa Real británica parece decidida a mantener su imagen bajo control, y consideran que la presencia del hermano del monarca podría enturbiar este momento pensado para la discreción y la celebración.
El cáncer del rey Carlos III
Desde que se conoció su diagnóstico a principios de 2024, el tratamiento del rey se ha desarrollado bajo un estricto y hermético protocolo médico, y también se ha enfrentado a efectos secundarios e ingresos hospitalarios. El pasado mes de marzo, por ejemplo, tuvo que suspender compromisos oficiales tras sufrir "efectos secundarios temporales" que requirieron observación hospitalaria.
Aun así, el monarca ha seguido adelante con gran parte de sus obligaciones oficiales, aunque siempre ajustadas a su estado de salud, y ha defendido públicamente la importancia de la empatía y el apoyo ante una enfermedad que, dijo, puede ser "aterradora, pero también sacar lo mejor de la humanidad".
Buckingham, por su parte, se ha mostrado cauteloso: no ha revelado el tipo exacto de cáncer ni su grado. La discreción sigue siendo la norma, aunque la atmósfera general es de preocupación: muchos dan por hecho que estas fiestas tendrán un tono más melancólico que festivo, y con un fuerte deseo de aprovechar el tiempo juntos.
En este sentido, esta Navidad en la Casa Real británica será, probablemente, diferente a todas las anteriores.