Hollywood

Ana Obregón reconoce su amistad con Jeffrey Epstein, pero niega que hiciera negocios con él

La historia de Ana Obregón y Jeffrey Epstein. Informativos Telecinco
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Ana Obregón ha vuelto a la palestra y lo ha hecho por el caso Epstein. Todos en España conocemos su trayectoria profesional en Estados Unidos pero se desconocía que en aquellos años entabló amistad con el multimillonario pederasta. Su familia le contrató para recuperar unos fondos, según medios norteamericanos. La actriz ha explicado ahora que sintió “asco” cuando supo quién era realmente aquel hombre.

Ana Obregón ha reconocido su amistad con Jeffrey Epstein pero ha negado que hicieran negocios con él. La actriz, que probó suerte en Estados Unidos en los años 80, ha explicado que cuando se enteró de la red de pederastia que lideró el magnate sintió odio.

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El diario ‘The New York Times’ ha hurgado en los orígenes de la fortuna del pederasta Jeffrey Epstein y es allí donde ha encontrado vínculos con la familia de Ana Obregón. Varias familias adineradas españolas le contrataron -publica el diario norteamericano- para recuperar unos fondos que había invertido en ‘Drisdale Securities’, una firma estadounidense dedicada a la compra de bonos y acciones que entró en quiebra.

Los dueños de ‘Drisdale Securities’ se esfumaron con los beneficios de varias familias, entre ellas estarían las españolas. Hicieron desaparecer 160 millones de dólares.

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Ahí es cuando Ana Obregón contrató a su amigo de juventud, Jeffrey Epstein, para que recuperara esos fondos.

Los años de amistad entre Ana Obregón y Jeffrey Epstein

La actriz lo había conocido en los años 80 cuando se instaló en Nueva York para cumplir su sueño de triunfar como actriz en Hollywood. Salieron juntos, con amigos y entablaron una buena amistad, que Ana ha reconocido ahora.

Toda esta historia está reflejada en los famosos y polémicos papeles de Epstein, entre los 20.000 folios en poder del departamento de Justicia de Estados Unidos, y de los que se ha hecho eco el diario New York Times.

En esos documentos, el escritor James Patterson relata cómo Ana pidió ayuda al magnate para recuperar el dinero de sus padres y cómo Epstein cumplió con su trabajo: recuperó los activos ocultos en varios paraísos fiscales.

Ana, más allá de aquella relación de amistad en la Nueva York de los 80, dice que no ha vuelto a tener contacto con él. Solo supo de él cuando estalló el caso Epstein en 2010.