El restaurante de Sevilla en el que ha comido Carlos Alcaraz durante sus vacaciones

El tenista Carlos Alcaraz ha pasado por un veterano establecimiento en la localidad sevillana de Carmona
El alimento secreto que Carlos Alcaraz come antes de sus partidos y que puedes apuntarte para los tuyos
Carlos Alcaraz se ha tomado unos días de vacaciones después de competir en la final de Wimbledon en Londres el pasado 13 de julio y perder en el partido contra el italiano Jannik Sinner. El murciano ha decidido pasar su tiempo de ocio haciendo un recorrido por Andalucía, en el que ha incluido una parada en un restaurante en la provincia de Sevilla. El joven ha estado en La Almazara de Carmona (calle Santa Ana, 33, Carmona, Sevilla), un veterano establecimiento con más de 30 años de historia que presume de ofrecer “excelencia en gastronomía y vinos”.
“Hoy nos visitó el gran tenista español Carlos Alcaraz y pudo disfrutar de nuestra gastronomía, así como nosotros de su enorme simpatía. Esperamos volver a verte pronto. ¡Suerte, campeón!”, escribió la cuenta del negocio en Instagram. El local cuenta con un comedor dentro de una antigua almazara de aceite, un lugar en el se pueden contemplar algunos de los elementos arquitectónicos del edificio original, con techos de madera y pilares de tierra arqueados. También tiene otros espacios, como la barra, una terraza, una zona para eventos privados y otra destinada a quienes reserven un menú degustación de alta gastronomía.
Qué comer en La Almazara de Carmona
El chef Ismael Castro es el responsable de la carta del restaurante, que varía según la temporada y que añade sugerencias diarias según la disponibilidad de productos en el mercado. Entre los primeros platos se encuentran una degustación gourmet de quesos nacionales premiados con nueces y membrillos (21,50 euros) y una de aceites de oliva virgen extra con panes artesanos (3,50 euros por comensal), así como croquetas de espinacas y piñones (14,95 euros) y San Pedro en filetitos con un ligero empanado provenzal (13,50 euros).
Otras opciones son el tartar de gambas, ajo blanco, tapenade de aceitunas negras y huevas de arenque (20,50 euros); la maceta de ensaladilla de ventresca de atún, remolacha, guisantes lágrimas y granadas (14,90 euros); el pan de masa madre y anchoas del Cantábrico “Solano-Arriola” con alioli y cebollino (18,90 euros); y la ensalada de lechugas vivas con productos de la huerta y vinagreta acidulce de frambuesa (16,50 euros).
En la parte de segundos aparecen distintos platos de carne y pescado, entre otros. Por ejemplo, el rodaballo a la parrilla sobre risotto de pesto y berberechos (23,50 euros); el lingote de lomo de vaca vieja escalopado con ponzu, tirabeques y mahonesa de wasabi (22,50 euros); la presa ibérica de bellota a la parrilla (20,90 euros); el solomillo de vaca con foie caramelizado (23,90 euros); el lechón ibérico asado con su toque crujiente (22,90 euros) y la pierna de cordero lechal asada en su jugo (22,50 euros). Los clientes también pueden pedir pulpo asado con crema de hinojo y ajo negro, aceite de pimentón y muselina de kimchee (21,50 euros) y diferentes arroces, como el arroz meloso de carabineros y espárragos verdes con muselina de albahaca (22,90 euros) o el arroz crujiente de cola de toro alioli y miel de caña (15,90 euros).
La Almazara de Carmona también tiene un menú degustación para dos personas (80 euros, sin incluir bebidas), con una selección de platos de la carta. Arranca con un aperitivo en forma de rollito de cecina y foie micuit con caramelo PX, seguido por alcachofas y vieiras a la parrilla, remolacha, maíz, pistacho y mojama de Barbate. El plato de pescado es tarantelo de atún rojo, mojo de piña asada y ensalada de salicornia y fresas encurtidas, mientras que el de carne es un steak tartar de vaca madurada, tapenade de almatruz y mahonesa picante. Por último, el postre consiste en tarta árabe, bombón dorado y una copa de cava.
