3 rutas de pintxos imprescindibles en noviembre por el País Vasco

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Las tradiciones están para respetarlas, por lo menos aquellas que nos hacen felices y nos parecen adecuadas, como aprovechar que se está en el País Vasco para hacer una ruta de pintxos de esas que nos ayudan a conocer un poco más la gastronomía del lugar de la mejor manera posible: probándolas.
Hay tantos pintxos como ideas se puedan hacer realidad, algunos de ellos son sencillos, preparaciones frías que se juntan en un momento buscando destacar uno de los ingredientes o crear un equilibrio entre todos ellos, también otras que requieren mucho más tiempo, porque la base es un guiso o una elaboración que requiere varios pasos, una de esas que nosotros solo prepararíamos en ocasiones especiales, motivo por el que nos dejamos llevar con mayor ilusión para elegirlo cuando estamos fuera de casa. Comer fuera nos invita a probar sabores nuevos, mezclas diferentes y elaboraciones que no siempre nos apetece preparar, aunque nos guste mucho comerlas.
En el País Vasco tienen claro que la gastronomía es un arte, que comer bien es primordial, así como disfrutar cada bocado de lo que tenemos delante, por eso no escatiman en esfuerzos a la hora de preparar sus pintxos, ofreciendo opciones más que interesantes que apetece probar, ya sean opciones clásicas, originales o de vanguardia.
Rutas de pintxos imprescindibles en noviembre por el País Vasco
No siempre es sencillo decidir dónde vamos a comer y lo bueno del País Vasco es que no siempre hace falta elegir, se puede hacer una ruta variada en la que se visitan varios establecimientos, porque cada uno tiene su propia propuesta y es bastante habitual tener un pintxo favorito en cada lugar. Lo bueno de los pintxos es que se pueden tomar varios, lo que hace que nunca sea aburrido, aunque para probarlos todos puede que tengamos que caminar un poco. Lo que no está claro es si este paseo cuenta como ejercicio.

Las opciones son tantas que podemos llegar a sentirnos abrumados, sin tener demasiado claro por donde empezar, por eso nada mejor que dejarnos aconsejar y hacer nuestro propio listado de imprescindibles, de paradas obligadas para disfrutar de esos pintxos que son casi obligatorios, por su fama, su calidad, su sabor o una mezcla de todo ello.
Bilbao
Si tu destino te ha llevado a Bilbao puedes celebrarlo con ilusión, porque es una ciudad que ha sabido reinventarse y recibe al visitante con muchas ganas y también con mucho para ofrecer. Ideal para pasear, visitar sus museos y también para pedirse algo para beber (lo más habitual es un zurito o un txakoli, pero cualquier bebida es bienvenida) y acompañarlo de unos pintxos.
Un lugar mítico del casco viejo de Bilbao es Sorginzulo, donde, entre sus muchas opciones, puedes tomar su pintxo de solomillo con foie. En el Café Bar Bilbao puedes darle una oportunidad a un clásico, el de bacalao al pil pil. Si quieres pedirte una buena gilda, la del Bar Fermín es más que recomendable y no dejes sin visitar el Gure Toki, donde podrás disfrutar de su sopa de queso Idiazabal, uno de los más recomendados del lugar.
San Sebastián
Hablar de pintxos es pensar en San Sebastián, un lugar que tiene varias cosas destacables, aunque habitualmente su playa eclipsa todas las demás, salvo la calidad de sus pintxos y la cultura gastronómica de la ciudad. Durante su festival de cine es una de las preferidas de los amantes del séptimo arte, pero si eres más aficionado a la gastronomía que al cine, no necesitas esperar a una fecha especial para visitarla, cualquier momento es bueno.
Atari es uno de los imprescindibles si vas a Donostia, uno de sus pintxos más recomendados son las carrilleras al vino tinto con puré de patatas, por lo que no dudes en pedirlas. En el Bar Antonio es famosa su tortilla de patatas, en Borda Berri su risotto y en Txepetxa sus pintxos de anchoa. Si vas a Kapadokia apuesta por su pintxo de pulpo a la brasa sobre una base de patata aliñada con mayonesa de chimichurri.
Vitoria
Al pensar en rutas de pintxos Vitoria no suele ser la primera opción, pero lo cierto es que también tiene mucho que ofrecer. En su Casco Viejo se concentran varios establecimientos que merece la pena visitar y sus propuestas gastronómicas merecen la pena. Si pasas por El Sagartoki, no dudes en pedir su huevo frito con trufa, y en El Portalón el timbal de carrillera. En El 7 sus pimientos rellenos te dejarán con ganas de repetir, como también el pintxo “Irlandés de Perretxicos” de Toloño.
Opciones variadas y llenas de pintxos por descubrir que prometen convertir estas visitas en una experiencia deliciosa. Espacios que visitar y en los que repetir y donde dudarás si lo mejor es pedir otra ronda o pasar al siguiente bar, donde seguro que te esperan propuestas igualmente interesantes.

