El independentismo se indigna con la quema y los disparos al muñeco de Puigdemont en Coripe

Lo hechos se produjeron el pasado domingo en la plaza principal de Coripe (Sevilla) la fiesta de la Quema del Judas. Este año el protagonista ha sido el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, cuya figura ha sido quemada y fusilada con saña como ejemplo “de lo negativo para la sociedad”. Durante el acto se han escuchado numerosos insultos hacia el político entre jolgorio y Quim Torra ya ha anunciado que denunciará lo sucedido. Pero los habitantes del pueblo de Coripe defienden que este acto se celebra hace cientos de años y que siempre se ha elegido a un personaje. El hecho no ha sentado bien a Puigdemont y sus seguidores. Tampoco a Torra.

La Quema del Judas una fiesta de Interés Turístico Nacional generó también mucha polémica el pasado año, cuando Movimiento contra la Intolerancia presentó una querella contra los organizadores por el presunto matiz racista de la fiesta, ya que la figura “quemada” entonces representaba a la presunta asesina del niño almeriense Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada. Fue archivada.

El propio Puigdemont, firme defensor en otros casos de la libertad de expresión considera esta vez que estamos "ante un mensaje de odio, con toda la voluntad de generar odio. Es un acto en el que los participantes menores, que han asistido como algo normal al orgía de la violencia contra lo que represento. Es un acto indigno, impropio de cualquier sociedad civilizada". Puigdemont ha señalado que "por lo general, tiendo a respetar las muestras de ironía y sarcasmo que se han producido en todo el estado porque son parte de la libertad de expresión. Esto, a diferencia de otros, no puede ser respetado, por la dignidad personal y por la decencia democrática".

El número dos de ERC a las elecciones generales, Gabriel Rufián, ha tildado de "barbaridad y salvajada" la quema este fin de semana de un muñeco que representaba al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en la localidad de Coripe (Sevilla).

Lo ha dicho en un acto de campaña de ERC ante la Conselleria de Economía, símbolo para el independentismo ya que allí se produjo un registro policial el 20 de septiembre de 2017 y una concentración de protesta que derivó en la prisión preventiva de Jordi Cuixart (Òmnium) y el entonces líder de la ANC, Jordi Sànchez.

"No hay ninguna tradición que justifique lo que llevamos viendo las últimas horas", ha expuesto en relación al vídeo que circula por las redes sociales en los que se ve la quema del muñeco, y ha asegurado que, si esto se hubiera producido en Cataluña, la reacción del Estado hubiera sido otra.

"¿Qué hubiera pasado si en cualquier pueblo de Cataluña se hubiera actuado así con un muñeco de Albert Rivera y Pablo Casado con la colaboración de los Mossos? Estaríamos todos camino de la Audiencia Nacional", ha expuesto el candidato independentista.

También ha defendido que, igual que le parece una salvajada lo ocurrido, también se lo parecería que alguien acabara ante el juez por ello, y ha considerado que el caso no debería llegar a la justicia porque "la libertad de expresión es sagrada". Si por un lado considera que no debería haber consecuencias penales, ha explicado que lo ocurrido sí debería tener consecuencias políticas, y ha pedido al candidato del PSOE, Pedro Sánchez, y a la candidata del PSC, Meritxell Batet, que se lo reclamen, por ejemplo, al alcalde socialista de la localidad sevillana.

Mientras Rufián defiende que el caso no debería acabar ante la justicia, el pasado domingo el portavoz de JxCat en el Parlament de Catalunya, Albert Batet, anunció que su formación presentará una denuncia ante la Fiscalía por considerar que ha habido un presunto delito de odio.

Rufián también ha condenado las pintadas con las que ha amanecido la sede del PSC y de la de Cs en Cataluña, y ha asegurado que su partido siempre ha criticado "cualquier ataque" de estas características, se produzca contra el partido que se produzca. Sin embargo, ha lamentado que no todos los ataques tengan la misma notoriedad: ha expuesto que la sede de ERC en l'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha sido atacada 14 veces en el último año "y no ha salido en ningún telediario de ámbito nacional".

La sede del PSC en Barcelona ha amanecido con manchas de pintura amarilla por el lanzamiento de huevos por parte de un grupo de desconocidos. Todo en el día en que la candidata de los socialistas por Barcelona para el 28 de abril y ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, ha presentado la mona de Pascua del PSC. Ya en las preguntas de los medios, Batet se ha referido a lo ocurrido en el pueblo sevillano de Coripe donde se disparó y quemó un muñeco que representaba al expresident de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont. "Especialmente en campaña creo que hay que tener un cuidado extremo. Eso no quiere decir que haya múltiples tradiciones en nuestro país y fiestas populares en distintos pueblo que pueden tener expresiones varias y pueden gustarnos más o menos. En cualquier caso reitero que una campaña electoral tiene que servir para hablar de los problemas y las necesidades de los 47 millones de españoles", ha dicho.