Los humedales de España, un valor indispensable en serio peligro

Descritos en la RAE como “terrenos de aguas superficiales o subterráneas de poca profundidad”, la importancia y el extraordinario valor biológico de los humedales trasciende a su mera definición. Ante todo, constituyen un singular conjunto de ecosistemas que cabalgan entre los acuáticos y los terrestres y que, por su particularidad, dan refugio, sustento y sostenibilidad a numerosos seres vivos, siendo vitales no solo para la fauna, sino también para la supervivencia humana.
Indispensables también para regular el ciclo del agua y el clima, –máxime, en plena lucha contra el calentamiento global–, este grupo abarca ríos, lagos, acuíferos subterráneos, pantanos, y marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, manglares y otras zonas costeras, arrecifes de coral, y sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.
Por ello, reparando en el amplísimo conjunto de ecosistemas que engloba, debemos tomar conciencia de lo que suponen los humedales para la biodiversidad y la conservación de nuestro planeta.
Y eso es, precisamente, lo que intenta recordar el ‘Día Mundial de los Humedales’, celebrado el 2 de febrero de cada año, conmemorando el día en que se firmó la Convención sobre los Humedales, en Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971.
Desde 1997, tal y como cita el portal oficial dedicado al citado tratado intergubernamental, todos los años “organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales y grupos de ciudadanos” trabajan para “sensibilizar” a la población del valor de los humedales y los beneficios que aportan.
Y es que toda iniciativa y labor de concienciación es poca a la hora de proteger un bien de nuestro planeta tan importante, especialmente, teniendo en cuenta que son múltiples los factores que amenazan con corromperlos o destruirlos.
LA ACCIÓN HUMANA, PRINCIPAL RESPONSABLE DEL DETERIORO
