Darío, destrozado tras la hoguera, se refugia en sus compañeros: “Tienes que replantearte cosas”

Los últimos acontecimientos entre Sandra y Darío han puesto patas arriba ‘La Isla de las Tentaciones’ porque jamás habíamos vivido algo parecido. En la expulsión de solteros, uno de ellos contaba que Sandra habría tenido algo con un amigo suyo tan solo dos semanas antes de poner rumbo a República Dominicana.

En la Hoguera, Sandra Barneda ponía estas imágenes a Darío la bomba salía a la luz: Darío sabía esta información y no quiso contarla a la organización del programa por proteger a su chica. La presentadora era contundente con él y le recriminaba haber ocultado algo así a la organización y no haber cumplido la norma principal: ser sinceros.

Tras la reprimenda y las explicaciones, Darío escuchaba “No hay más imágenes para ti” y se rompía en un mar de lágrimas. Álvaro intentaba animar a su compañero: “Esto no lo aguanta quien sea, esto solo lo aguantas tú”. Pero él solo era capaz de exclamar: “¡Qué dolor! Es que me da mucho dolor!”.

Además, no paraba de pedir perdón por todo lo que había ocurrido, pero la presentadora era benévola con él: “No pidas perdón, necesitabas liberarte”. Una vez abandonaban la Hoguera, Darío confesaba: “He estado muy mal. ¿Cómo te va a fallar el amor de tu vida? Lo estoy pasando mal. En la casa me dicen que estoy raro, pero es que llevo una cosa dentro que me está matando”.

Antes de llegar al coche, Darío se volvía a derrumbar encontrando apoyo en sus compañeros, que no dudaban en arroparle. “Si tú has decidido confiar en ella, de momento no te está fallando”, le decía Josué. Por su parte Nico le recordaba que la había perdonado. Viendo que no conseguían animarle, Josué era claro: “Si tú ves que te va a hacer tanto daño tienes que replantearte las cosas”.

Darío llega a la Villa

Al terminar la Hoguera, los chicos ponían rumbo a Villa Playa, donde las solteras esperaban impacientes su llegada para enterarse de todo lo que había pasado. Josué les comentaba que la hoguera había sido muy dura para Darío. Él les contaba todo lo que había sucedido y las caras de las solteras, efectivamente, era un poema.