Y lo hemos comprobado. Llamamos a varios bancos on line para que nos informen sobre los pasos que hay que dar para abrir una cuenta por internet o por teléfono. Nos piden nuestros datos personales. Después, envían a casa un paquete con el contrato. Basta con firmarlo y acompañarlo de una fotocopia del DNI para comenzar a operar con la cuenta y conseguir una tarjeta de crédito.
A partir de ahí, se pueden contratar numerosos servicios. Podemos abrir varias líneas de telefonía móvil, disponer de una tarjeta de supermercado para las compras, o incluso un seguro médico.
Álvaro vivió una pesadilla parecida. Por motivos de trabajo se ve obligado a viajar. Sospecha que, alguien se adueñara de la fotocopia de su DNI en uno de los muchos hoteles en los que se aloja. Le abrieron dos cuentas bancarias asociadas a su nombre y carnet de identidad. Sólo se enteró cuando una compañía de teléfono y un supermercado le reclamaban una deuda de casi 2000 euros. Alguien se había hecho pasar por él.
Además, una de las cuentas, la habían vinculado también a una página de apuestas. Para este joven comenzó un calvario que se prolongó durante meses. "Es muy fácil darte de alta en esas compañías, pero cuando te quieres dar de baja el trabajo es muy laborioso. Son muchas llamadas de teléfono y muchas horas perdidas intentando hablar con alguien", dice. Además, entró directamente en una lista de morosos.
Araceli y Laura vivieron una odisea parecida. Aseguran que "es muy difícil después demostrar que no eres tú cuando realmente son tus datos". Ellas creen que, quien les robó la identidad, consiguió sus datos personales de un listado público que aparece en internet. Cualquier persona que haya aprobado una oposición aparece en la red con nombre, apellidos y DNI.
A estas dos jóvenes les abrieron varias líneas de teléfono móvil y les reclamaban una cantidad de 1500 euros aproximadamente. Después de un periplo telefónico agotador consiguieron que la compañía reconociera que se trataba de una usurpación de identidad.
Desde el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Guardia Civil aconsejan que, cada cierto tiempo, introduzcamos nuestros datos en un buscador. Comprobaremos así, si nuestra identidad está asociada a un servicio del que no disfrutamos. Aseguran que, internet es así y es difícil controlarlo, pero piden un control más férreo por parte de las compañías. Deberían exigir siempre la documentación original para poder cotejarla y reducir así el riesgo.
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