La aldea de Granada con más gatos que vecinos pide ayuda para alimentar a los felinos tras castrar a toda la colonia

En la aldea de los gatos de Granada, Rambla del Agua, ya se ha dado el primer paso para el control de la megacolonia de felinos, que no ha parado de crecer en los últimos años. Tanto, que en esta pequeña aldea de la Sierra de Baza viven más mininos que personas. “Empezaron siendo cuatro y ahora ya hay unos 70”, explicaba a NIUS Ángeles, una vecina de Rambla del Agua, donde solo viven una docena de personas durante el año. Ahora, piden ayuda para alimentarlos.

Los escasos habitantes de la aldea decidieron recurrir a la ayuda de organizaciones animalistas para controlar esta colonia gatuna y evitar que siguiera creciendo sin control. Para ello, se pusieron en contacto con Happycatspain&Rescue, una organización sin ánimo de lucro que se ha encargado de castrar a todos los gatos. Las esterilizaciones han sido subvencionadas por tres organizaciones de Alemania y Francia.

“Hemos castrado 70 gatos en apenas cinco días”, explica a NIUS Lati, la presidenta de la asociación. “El trabajo más duro han sido los dos primeros días, en la captura y castración, pero lo hemos hecho en tiempo récord”. Anna Espova ha sido la veterinaria encargada de realizar esta dura tarea mediante el procedimiento CER: captura, esterilización y retorno de los animales a su hábitat.

Esipova explica que han recurrido a este método porque es el mecanismo más económico y efectivo cuando se realiza de forma rápida y se aplica a toda la colonia. “Si solo se realiza a un bajo volumen de gatos, como hacen algunos ayuntamientos, sirve de poco porque se pueden seguir reproduciendo, pero en este caso ha sido un trabajo excepcional”, detalla Lati.

15 kilos de pienso cada cuatro días

Ahora, con todos los gatos castrados a excepción de una gata que acababa de parir y que le tocará pasar por quirófano en breve, viene lo más importante: mantenerlos correctamente alimentados. Por ello, piden ayuda para que los gatos tengan comida suficiente.

Necesitan 15 kilos de pienso cada cuatro días y Lati hace hincapié es que es muy importante que tengan comida. “Si no comen, entonces ya sí puede convertirse en un problema de salud pública, porque es cuando los gatos enferman y empiezan las enfermedades y los focos de infecciones”, asegura.

La organización se ha reunido con el alcalde de Ramblas del Agua, que ha prometido que estudiará el caso para “gestionar la alimentación” de los gatos a través de la Diputación provincial.

De momento, tanto los alimentadores como los vecinos de esta aldea esperan la llegada del pienso casi con más ansia que sus habitantes felinos. Ahora mismo, solo tienen reservas para un mes. Y animan a todos a que envíen comida o visiten “este maravilloso pueblo” con un saco de pienso “sin olvidar disfrutar la presencia” de estos particulares vecinos maulladores.

Temas