Cumbre ONU

Atascos kilométricos y caos en las calles de Sevilla: la otra cara de la Cumbre de la ONU

Atasco en la A-49 en la entrada a Sevilla. R.R
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Sevilla60 mandatarios internacionales se dan cita estos días en Sevilla para participar en la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU, y eso ha puesto patas arriba a la ciudad. Casi 10.000 asistentes, 8.000 agentes de seguridad y cientos de calles cortadas son algunas de los números que ponen cifra a la magnitud del evento que se está celebrando en uno de los barrios más alejado del centro capital hispalense.

Por eso, porque el Palacio de Exposiciones y Congresos (epicentro de la cumbre) se encuentra en Sevilla Este, pocos se esperaban que el caos más absoluto se apoderaría de toda la ciudad. "Hemos tardado casi una hora en llegar desde el centro a Nervión" dice Margarita, que ya ayer domingo vivió un adelanto de lo que estaba por llegar, y tardó casi una hora en hacer un recorrido que habitualmente no pasa de 15 minutos.

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Controles en las carreteras de acceso a Sevilla

Lo de hoy obliga a echar paciencia desde antes de entrar en la ciudad. La Guardia Civil está realizando controles tanto en la A-49 como en la A-4. Los agentes paran a todos los vehículos con la intención de entrar a Sevilla como medida de seguridad. Menos mal que Manuel ha salido pronto de Moguer, en Huelva, para llegar al claustro de profesores que tenía a las 11:00 en la capital andaluza: "he tardado más de una hora y media en llegar porque hemos estado mucho tiempo parados en la carretera", dice.

Coger un taxi o cualquier otro medio de transporte público es toda una odisea, incluso los periodistas acreditados para cubrir el acto in situ están teniendo verdaderos problemas para llegar al centro neurálgico de esta cumbre: "tiene que venir a recogernos un autobús que lleva ya más de media hora de retraso", cuentan a la desesperada.

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Calles cortadas y cambio de sentidos

Cientos de calles están cortadas y otras tantas han cambiado el sentido de su marcha. Esto ha provocado que Luis haya perdido la cita médica que llevaba dos meses esperando: "tenía cita a las 11:00 para infiltrarme la rodilla en el centro de salud de Sevilla Este", pero como era de esperar, no ha llegado, a pesar de haber salido de su casa casi cuatro horas antes de lo habitual. "Vivo en Alcosa, a 15 minutos en coche del centro de salud, y no he conseguido llegar", lamenta.

El aparcamiento también se ha visto afectado: "hemos tenido que salir a quitar los coches", dice una vecina de Nervión, donde se encuentra uno de los hoteles que aloja a parte de los invitados a la cumbre. Allí ha establecido un perímetro de seguridad alrededor del espacio hotelero que impide que los vecinos circulen por ahí y mucho menos que estacionen sus vehículos.

Más de lo mismo con las líneas de autobuses municipales, por lo que Pablo ha tardado casi dos horas en llegar desde Amate hasta Torretriana: "la línea 5 de autobús está cortada a la altura de la Buhaira y ha sido muy difícil continuar", dice.

Teletrabajo obligado

Los más previsores han pedido a sus trabajadores que esta semana lo hagan desde casa (si es posible). Es lo que le ha pasado a Silvia, que a pesar de que su oficina queda lejos de FIBES (el lugar del encuentro), en su empresa han decidido que nadie se mueva de sus domicilios para evitar estos problemas de desplazamientos.

Es la otra cara de un acontecimiento histórico que convierte estos días a Sevilla en el foco de todas las miradas, y de todas las incomodidades de los sevillanos.