Daniel, el nieto que movilizó a toda una ciudad para que su abuela recuperara el recuerdo de su gran amor
Paqui, una abuela de 64 años de Algeciras, perdió el colgante que guardaba las cenizas de su marido, su gran amor desde la adolescencia
Su nieto Daniel, de 15 años, movilizó a toda la ciudad a través de las redes sociales y consiguió que la joya regresara a las manos de su abuela
CádizPaqui tiene 64 años, vive en Algeciras (Cádiz) y hace siete perdió al amor de su vida, su marido Daniel. Se conocieron siendo apenas unos niños de 12 años, y desde entonces caminaron juntos en todo; en la vida, en la familia y en la crianza de sus hijos y nietos. Nietos entre los que se encuentra Dani (como su abuelo), que con 15 años se han convertido en todo un héroe para su abuela.
Cuando su marido falleció, Paqui, no con poco trabajo, encontró consuelo en un pequeño colgante en forma de corazón, grabado con las palabras “Mi amor”, dentro del cual guardaba (y guarda) un puñado de las cenizas de su amado esposo. Ese colgante es para ella mucho más que una joya. Es llevar a Daniel siempre consigo, muy cerquita del corazón.
Pero hace unos días, durante una prueba médica en el hospital, le pidieron que se quitara todos los objetos metálicos. Entre ellos, aquel colgante tan especial. Al regresar a casa, se dio cuenta de que lo había perdido. “Mi abuela estaba muy mal, triste y hundida”, explica el nieto quinceañero.
La magia de las redes sociales
Fue entonces cuando Dani entró en escena. Un joven músico adolescente que se desvive por su abuela. Para él, su abuelo fue como un padre: "lo era todo para mi, siempre me acompañó y pasé mis mejores momentos junto a él" recuerda. “Yo no podía permitir que mi abuela sufriera así, tenía que hacer algo”, cuenta. Y lo hizo: movilizó a toda la ciudad a través de las redes sociales.
Una foto en su su perfil de Instagram corrió como la pólvora y se compartió cientos de veces. Algeciras entera se volcó en la búsqueda del pequeño corazón plateado. Y, una vez más, las redes han hecho su magia: el colgante ha aparecido.
La familia prefiere no dar detalles del hallazgo, pero sí compartir su alegría: “es la fuerza que mi abuela necesita para seguir adelante”, confiesa Dani, demostrando que, en ocasiones, son los nietos los que cuidan de los abuelos, y no al revés.