DÍA MUNDIAL DE LOS CUIDADOS PALIATIVOS

La Fundación malagueña Cudeca reivindica la importancia de los cuidados paliativos: "Un abrazo puede aliviar más que la morfina"

Dos trabajadores de Cudeca atienden a uno de sus pacientes. Fundación Cudeca
  • La Fundación Cudeca acompaña a pacientes y familias en el final de la vida con un modelo integral que combina cuidados médicos, apoyo psicológico, social y espiritual

  • Con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, Cudeca organiza actividades culturales, académicas y de sensibilización en Málaga

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Málaga"La muerte forma parte de la vida y hay que enfrentarla con dignidad, acompañamiento y cariño, es un derecho de todos" dicen desde Málaga en la Fundación Cudeca. "Nuestra sociedad le da la espalda a la muerte y acostumbra a identificar los cuidados paliativos con la sedación o con un final inminente, pero nuestro objetivo es acompañar a la persona desde el diagnóstico, aliviar su sufrimiento y ofrecer apoyo emocional a toda la familia", explica Marisa Martín, médico geriatra, gerente y directora de la Fundación.

El 11 de octubre se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, y es exactamente de lo que habla Marisa, de los cuidados y las atenciones del final de la vida, porque a eso de dedica desde hace años. Cudeca ha organizado un ciclo de actividades culturales, académicas y de sensibilización que tendrán lugar hasta el próximo 17 de octubre en distintos espacios de la provincia de Málaga. Bajo el lema "Cumplir la promesa: acceso universal a los cuidados paliativos", la Fundación busca visibilizar la importancia del acompañamiento integral que merecen pacientes y familias en momentos tan difíciles y de especial vulnerabilidad.

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"Cuidar hasta el final es cuidar la vida"

Martín ha comprobado con su experiencia que muchas personas, en el final de la vida, confiesan que desearían haber recibido apoyo antes. "Hay estudios que confirman que el 70% de los pacientes que atraviesan una enfermedad avanzada hubieran querido empezar a recibir cuidados paliativos con más antelación. Nosotros ayudamos a aterrizar en la realidad, a gestionar la información que puede resultar difícil de asumir y a recorrer este camino acompañados. Un abrazo puede aliviar más que la morfina, y muchas veces solo hace falta presencia y escucha”. Eso son lo cuidados paliativos para Cudeca.

Para ellos el acompañamiento no se limita a lo físico. La Fundación trabaja todas las esferas del paciente: psicológica, social y espiritual. "No podemos alargar los días de vida, pero sí llenarlos de vida. Cada persona tiene derecho a un final sereno, con tiempo para despedirse, cumplir deseos pendientes y sentirse acompañada", añade Marisa. Para ello, ofrecen atención desde el momento en que hay un diagnóstico no curativo, fomentando un tránsito más consciente y menos doloroso para pacientes y familiares.

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El nacimiento de Cudeca, una fundación que ayuda a morir en paz

Desde 1992, Cudeca ha atendido a más de 20.000 personas gracias a su modelo integral, inspirado en la experiencia de Joan Hunt, una mujer británica que, tras perder a su marido por cáncer, decidió crear en la Costa del Sol un centro que ofreciera dignidad, alivio y compañía a quienes atraviesan el final de la vida. Hoy, el centro de Benalmádena cuenta con diez camas hospitalarias y nueve equipos de atención domiciliaria compuestos por médicos, enfermeros, psicólogos, terapeutas y fisioterapeutas.

Además, desde hace tres años funciona una Unidad de Día para niños, donde reciben terapias que incluyen masajes, peluquería, juegos y música, alejándose de la medicalización del proceso: "les ofrecemos todo lo que pueda hacerles felices, no merecen otra cosa", aseguran.

Búsqueda continua de financiación

Aunque Cudeca está concertada con la Junta de Andalucía y la atención es gratuita para las familias, la financiación pública cubre solo una parte de su labor. Por eso, la Fundación mantiene 30 tiendas de ropa de segunda mano en la provincia de Málaga y organiza eventos solidarios. Más de mil voluntarios colaboran diariamente para garantizar que la atención integral llegue a quienes más lo necesitan. "Cada compra en nuestras tiendas ayuda directamente a que más personas reciban cuidados paliativos dignos y acompañamiento humano en los últimos momentos de su vida", señala Martín.

"Cuidar el final de la vida es también cuidar la vida misma. No podemos añadir más días, pero sí añadir vida a los días que quedan", concluye, recordando que cada persona merece un final en paz, rodeada de quienes la quieren, con acompañamiento profesional y humano, y con la tranquilidad de haber vivido sus últimos momentos con serenidad y dignidad.