Historia

Los incendios de Tarifa revelan un nuevo yacimiento de arte rupestre en el Estrecho de Gibraltar

Pintura rupestre hallada en Tarifa, Cádiz
Pintura rupestre hallada en Tarifa, Cádiz. Simon Blanco Algarin
  • Un incendio reciente en la sierra de Tarifa (Cádiz) ha permitido el hallazgo del Abrigo del Duque, un conjunto de pinturas rupestres prehistóricas hasta ahora desconocido

  • El descubrimiento incluye figuras zoomorfas en mal estado de conservación, situadas en un mirador natural con vistas al mar

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CádizUn hallazgo inesperado ha sorprendido a los investigadores del Arte Sureño en las escarpadas sierras que rodean el municipio gaditano de Tarifa. Durante una exploración temprana en la zona afectada por el incendio de agosto de 2025, el investigador Simón Blanco localizó un conjunto de abrigos rupestres hasta ahora desconocido, bautizado como el Abrigo del Duque, en un tajo cercano al mar. El descubrimiento añade un nuevo capítulo al estudio del arte prehistórico del sur de Andalucía y del estrecho de Gibraltar.

Un hito que su descubridor ha relatado paso a paso en sus redes sociales, haciendo partícipe a sus seguidores de la nueva obra de arte prehistórica. Blanco cuenta que la mañana del hallazgo comenzó envuelta en niebla y lluvia, circunstancias que casi le hacen regresar a casa. Sin embargo, decidió continuar con su avance a través del terreno calcinado y escarpado. Tras superar el inicio de la caminata, el investigador observó un tajo desconocido, orientado hacia la playa, desde donde se podía escuchar con claridad el oleaje del océano.

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Al acercarse al lugar, un búho real emergió de uno de los abrigos, dejando entrever que aquel entorno había sido un refugio natural durante siglos. "Las vistas son sobresalientes, pero la verdadera sorpresa estaba en el interior", comentó Blanco, quien pudo documentar con su móvil las primeras figuras rupestres que aún resistían en paredes muy deterioradas.

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Dos abrigos con historia

El Abrigo del Duque I es el más destacado. Situado en una hornacina protegida del techo, conserva algunas figuras zoomorfas, incluyendo un cuadrúpedo orientado hacia la izquierda, que se aprecia pese al deterioro. Blanco señala que "ciertas capas de óxido natural habían ocultado detalles de la cabeza y del cuello del animal", pero la forma general del mosaico rupestre sigue siendo visible.

El Abrigo del Duque II, adyacente al primero, se encuentra en peor estado de conservación, aunque todavía permite distinguir restos de pintura que evidencian la actividad artística de las sociedades prehistóricas que ocuparon la zona. Ambos abrigos forman parte de un conjunto que, por su ubicación estratégica, ofrece un "mirador prehistórico" sobre la costa y el entorno serrano, un lugar privilegiado que permite dominar visualmente desde la playa hasta los acantilados cercanos.

Entre patrimonio y naturaleza

El hallazgo se produce en un contexto complejo, ya que la zona no había sido accesible durante años debido al desarrollo del sotobosque y la presencia de alcornoques que dificultaban el paso. El reciente incendio que afectó a la sierra abrió la posibilidad de acceder a los abrigos, pero también subraya la fragilidad del patrimonio rupestre, expuesto a la erosión, la abrasión eólica y el impacto de las altas temperaturas sobre las areniscas donde se apoyan las pinturas.

Blanco advierte que este tipo de descubrimientos "requiere medidas de protección y un seguimiento cercano, ya que incluso los incendios liberan visualmente los yacimientos, pero pueden dañarlos de forma irreversible". La documentación con cámara profesional permitirá registrar los detalles de las figuras con mayor precisión, mientras que la investigación posterior ayudará a contextualizar el arte dentro del Arte Sureño y la vida de las comunidades prehistóricas en el Estrecho de Gibraltar.

Una joya para el patrimonio andaluz

El Abrigo del Duque se suma a otros yacimientos de la zona que reflejan la riqueza del arte rupestre del sur de Andalucía, incluyendo sitios cercanos en el entorno del cabo de Plata y la sierra de Fates. Este descubrimiento confirma la importancia de las sierras tarifeñas como espacios de patrimonio histórico y arqueológico, donde la naturaleza y la prehistoria conviven en un paisaje espectacular y estratégico.

"Ha sido genial encontrar pinturas en esa roca que tantas veces había visto desde la playa de Tarifa", admite Blanco, recordando la emoción de un hallazgo inesperado que amplía la comprensión de la actividad humana en la región hace miles de años.