Incendio

¿Qué es un pirocúmulo? La nube de fuego que disparó la propagación del incendio de Lleida

El pirocúmulo que se ha formado en la Segarra, en Lleida. vídeo Informativos Telecinco
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El virulento incendio que se ha desatado este martes en la comarca de Segarra, en Torrefeta, Lleida, que ha costado la vida de dos personas ha provocado la formación de pirocúmulos, un fenómeno provocado por las altas temperaturas del fuego, que multiplica la propagación de las llamas. Es habitual que estas nubes en vertical se formen en los fuegos de sexta generación, que cada vez sufrimos con más frecuencia.

Un pirocúmulo es una nube que se forma por encima de una columna de humo, principalmente por el aporte de humedad y energía que se produce en un incendio forestal. Los expertos lo llaman técnicamente se le llama "flammagenitus" y no es el humo provocado por el incendio, sino la nube que se forma justo encima.

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En este incendio en la comarca de Segarra nunca se había formado una nube así, que alcanzó los "17 kilómetros" de altura. La formación de este pirocúmulo es la señal de los peores incendios, los llamados de sexta generación, que son imposibles de contener sólo con medios humanos.

"Son nubes de alta verticalidad que generan su propio microclima, incluso sus propias tormentas", asegura un inspector de los Bomberos de Catalunya.

Esta nube vertical, llamado pirocúmulo, que se formó en el incendio de Lleida ha alcanzado un tamaño descomunal y ha generado además descargas eléctricas, multiplicando los focos del incendio. Los bomberos habían advertido del riesgo de que se formaran y ha pasado para complicar aún más la extinción de las llamas.

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Este tipo de nubes suele ser la más peligrosa, al generar una nube de tormenta pueden provocar que el fuego se extienda o que se generen nuevos focos de incendios.

El coordinador del comité especializado en incendios forestales de Tecnifuego, Ramón Maria Bosch, destaca que el fuego se propagó a velocidades récord de hasta 28 km/h, impulsado por ráfagas de viento generadas por el propio incendio que alcanzaron los 120 km/h.

Los riesgos que provocan los pirocúmulos

Los expertos alertan de los riesgos de los pirocúmulos que al generar tormentas eléctricas pueden provocar nuevos incendios y complicar la extinción de los fuegos. No solo, eso, es habitual que estas nubes provoquen precipitaciones que no llegan al suelo, provocando lo que se conoce como tormentas secas.

Otro de los riesgos de los pirocúmulo importante asociado es la aparición de fuertes rachas de viento descendente —conocidas como downbursts— que pueden cambiar de forma brusca la dirección del fuego y poner en peligro tanto a los equipos de extinción como a la población cercana.

Causas de la formación de pirocúmulos

Todos los expertos consultados coinciden en que "el abandono agrícola" y "el aumento de la carga térmica de nuestros montes" son las causas detrás de estos fenómenos de nubes verticales que complican los incendios y aumentan su virulencia. Esto, junto a las altas temperaturas, dificultan al máximo las labores de extinción.

La recuperación del monte puede ser una forma de evitar la formación de los pirocúmulos, porque "un monte vivo, un monte del que vive la gente, es mucho más difícil que se queme", y una forma de evitar estos incendios tan peligrosos.

De acuerdo con el decano del Colegio Oficial de Ingenieros De Montes, esta meteorología "especialmente peligrosa" se ve favorecida por las causas que hacen que los incendios sean cada vez más graves: el abandono rural, que hace que se acumule el combustible, y el cambio climático, que hace que éste esté muy seco. Si bien admite que "incendios ha habido siempre", puntualiza que algunos con las características de los incendios de sexta generación están "fuera de la capacidad de extinción".

"Por ejemplo, se dice que lo que puede resistir un bombero forestal con sus EPIs y todas sus medidas, son 10.000 kilovatios por metro cuadrado. Pero hay incendios ahora mismo que generan más de 90.000 kilovatios por metro cuadrado. Entonces, es imposible acercarse. Digamos que el agua que se pueda lanzar sobre ellos evapora antes de llegar a las llamas", ha advertido.

La técnica especialista en incendios forestales de WWF España, Lourdes Hernández, ha explicado en declaraciones a Europa Press que las diferentes 'generaciones' de incendios tienen que ver con cómo ha ido transformándose el paisaje y el clima en España y cómo se han ido intensificando los incendios forestales.

Así, los incendios de los 60 y 70 --cuando se comenzaron a abandonar los usos y aprovechamientos en el medio rural-- eran "fácilmente apagables". De acuerdo con Herández, estos eran de pasto, que pueden tener un perímetro muy largo, pero no afectaban a las copas de los árboles. A partir de ese momento, el abandono de los usos y aprovechamientos del medio rural ha crecido.

"En el contexto actual de emergencia climática, donde las olas de calor cada vez son más intensas, más persistentes, más tempranas, pues digamos que lo que hacen es que, en caso de que haya incendio, las propagaciones sean muchísimo más rápidas", ha detallado.