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Abrazar terneros, la terapia para personas neurodivergentes en una granja de Girona: "Son pura paz y tranquilidad"

Mariona, la creadora de una terapia para personas neurodivergentes
Mariona, la creadora de una terapia para personas neurodivergentesCedida
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GironaAbrazar terneros para mejorar el bienestar emocional de personas neurodivergentes es la terapia que Mariona Vicente ha impulsado desde su granja de Llagostera (Girona), donde Helen Y Paula, crías de vaca, actúan como mediadoras naturales para fomentar la calma, reducir el estrés y crear vínculos únicos.

Todo empezó hace más de un año, cuando la impulsora del proyecto 'Connectal's' llevó a cabo un estudio para demostrar que los mimos y abrazos pueden reducir el estrés de los terneros cuando se separan de sus madres. Dese entonces, su relación con los animales se estrechó hasta el punto de conocer a la perfección cómo interactuaban y podían ayudar a mejorar el bienestar de las personas.

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"Un día me preguntaron si había la posibilidad de que el hijo de una amiga de la señora de la granja, que es autista, visitase los terneros junto a mí. Les comenté que no había problema. Cuando vi cómo reaccionaba me emocioné tanto que lloré al ver cómo se sentía", explica Mariona en una entrevista a Informativos Telecinco.

"Llegaban a hacer cosas que incluso con terapias normales no conseguían"

Dese ese momento, la mujer con la titulación de maestra en comunicación animal y con un curso de integración asistida en animales decidió dar un paso y permitir que otras personas neurodivergentes tocasen a sus terneros. "Después les realizaba un seguimiento para saber cómo se habían sentido y cómo evolucionaban durante las terapias", destaca Mariona.

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Mariona, la creadora de una terapia para personas neurodivergentes

Un proceso en el que descubrió que la compañía de los animales tenían unos beneficios únicos en medio de la naturaleza: "Realmente se calmaban mucho. Llegaban a hacer cosas que incluso con terapias normales no conseguían, como el autocontrol necesario para poder entrar. Porque deben conseguir estar calmados para poder entrar, para no asustar a los terneros, y continuar con esa calma".

Así, Mariona decidió crear 'Connectal's', un proyecto en el que el vínculo entre la persona y el ternero está repleto de emoción y tranquilidad: "Solo me dedico a personas neurodivergentes. Podría hacerlo con cualquiera, pero no quiero que se convierta en un circo. Quiero invertir mi tiempo en este tipo de personas".

Un momento de relajación

Las sesiones se llevan a cabo en una granja, donde los terneros esperan a las personas entre cojines y con música relajante: "Nos sentamos allí un rato, y dependiendo de cada caso, voy adaptando la sesión. A veces trabajo más la psicomotricidad, cepillando al ternero. Depende también de cómo vea yo a los animales, los conozco desde que nacen".

La actividad suele durar media hora: "Es lo máximo que suelen resistir, aunque si aguantan una hora la estamos sin problema.Es una sesión totalmente personalizada. Solo hago dos al día, porque es un espacio exclusivo para esa persona. No se puede hacer en masa. Y una vez acaba la terapia, solemos hacer una pequeña ruta o visita guiada por la granja", añade Mariona.

Esta sesión se convierte en una oportunidad para sentir, conectar y dejar que el tiempo se detenga y reducir el estrés y la ansiedad. "Los terneros tienen una temperatura corporal más alta que la nuestra, así que cuando los tocas te transmiten mucho bienestar. Además, su ritmo cardíaco es más lento. Cuando te acercas y los tocas, son pura paz, pura tranquilidad. Nada más entrar, la gente me dice que "es mágico, entrar aquí”. Ya te relajas, te tranquilizas. Es algo increíble".

"Veo sus caras de felicidad"

Una paz también para los propios animales. "Están acostumbrados. Los tengo conmigo antes de empezar las terapias", destaca Mariona sobre unos animales que reciben la interacción de las personas neurodivergentes hasta los tres meses. "Depende del tamaño que tengan, no la edad. Después empiezan a ser demasiado grandes y si se levantan de repente podrían asustar".

"Los conozco perfectamente: cada movimiento me dice si quieren levantarse o no. Ellos están tranquilos con la música, y pido que nadie grite, no hablen, guarden silencio y respiren despacio. Así están en calma.Y cuando detecto que un ternero ya ha tenido suficiente invito al usuario a salir y visitar la granja", destaca la creadora de 'Connectal's'.

Este momento de relajación también llena de orgullo a la propia artífice de la terapia, con los sentimientos a flor de piel durante las sesiones: "Cuando veo sus caras de felicidad, cómo les brillan los ojos, o cómo sonríen, que muchos neurodivergentes no suelen hacerlo; y cuando me miran, que normalmente no lo hacen… me emociono y lloro. Es maravilloso. No tiene precio, de verdad".

"Son cariñosos y agradecidos"

Una de las personas con las que más tiempo lleva trabajando en este tipo de sesiones es Xavier: "Trabajamos el autocontrol y la autogestión emocional para poder alcanzar su objetivo: tocar al ternero. Él entendió que si entraba rápido o de forma brusca, el animal se asustaría y se iría. Así que se controló, entró despacio, se sentó poco a poco…y cuando vio que lo conseguía gracias a su propio autocontrol, fue maravilloso. Hasta su terapeuta me dijo que no sabía que era capaz de hacer esto".

Terapias que en las que los animales reciben el cariño de las personas durante un periodo corto de su vida. Aun así, el amor no les falta tras crecer: "Lo que hacen las personas en las sesiones es lo que yo hago normalmente con ellos. Llevo tratando con terneros cinco años. Conozco perfectamente lo que les gusta y no. Son cariñosos y agradecidos. Estoy enamorada de mis niñas", culmina Mariona sobre unos abrazos repletos de ternura y bienestar emocional.