El 'hub' forestal de Cataluña que pone en valor la madera: una parcela de 3.900 metros cuadrados para mitigar el cambio climático
El centro de innovación y tecnología pretende fortalecer cadenas de valor como la madera para construcción y química
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LleidaOlius (Lleida) cuenta desde el pasado 31 de octubre con el 'hub' forestal de Cataluña, un centro de innovación y tecnología de última generación que servirá para acelerar el uso y la valorización de la madera local, así como para fomentar la bioeconomía circular, con el objetivo de convertirse en un referente en la divulgación técnico-científica para crear nuevos productos adaptados a la necesidad de mitigar el cambio climático.
El 'hub', construido íntegramente con madera, ocupa una parcela de 3.900 metros cuadrados y pretende fortalecer múltiples cadenas de valor como la madera para construcción y química, productos de agroforestería como las trufas o los piñones, plantas aromáticas y medicinales, a través de la innovación, el desarrollo de nuevos productos, acciones de formación, colaboración con empresas y agentes del territorio.
“La mayoría de los ciudadanos de Cataluña dirán que tenemos poco bosque y que cada vez hay menos, y es justo al revés. En Cataluña hay mucho bosque y cada año crece más", explicó el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador llla, en la presentación del laboratorio a escala industrial, donde destacó la necesidad de actuar debido a los dos grandes incendios forestales de este verano en la Segarra y en las Tierras del Ebro.
"Recuperar los paisajes"
"Si no actuamos y gestionamos toda esta masa forestal podemos tener sustos importantes”, remarcó Illa. Por ello, la creación del 'hub' forestal se debe al objetivo de apoyar la transición sobre la base de la bioeconomía circular y promover la gestión forestal sostenible a escala de país. La voluntad del proyecto es formar parte de esta implementación a gran escala, generar impacto y transformación con rentabilidad de mercado, con la participación de las comunidades locales.
Las instalaciones han costado 3,8 millones de euros y se han financiado con el Fondo Climático de la Generalitat, fondos estructurales europeos, el apoyo de la Diputación de Lleida (con fondos del PECT BioMarkets) y del Ayuntamiento de Olius, que ha cedido el espacio para la construcción del Centro de Biotransformación del Mediterráneo.
Por su parte, el director del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), Antoni Trasobares, destacó que hay que actuar rápidamente para “recuperar los paisajes” y generar actividad social, económica y ambiental, lo que requiere “hacerlo en base a la ciencia y a la colaboración público-privada”.
Transición hacia una bioeconomía basado en los recursos del bosque
Trasobares también detalló que, muchas veces, desde el ámbito de la investigación se realizan estudios de muy alto nivel que “no acaban de llegar a la práctica” y, por eso, con el nuevo 'hub', quieren ayudar “a que pasen cosas”: “Seamos tan atrevidos como sea posible para hacer el cambio que se tiene que hacer a gran escala”.
El espacio dispone de infraestructuras "únicas" en el territorio mediterráneo pensadas para escalar la innovación y acelerar la transición hacia una bioeconomía basada en los recursos del bosque: Estas instalaciones permiten testar y desarrollar nuevos productos, facilitar la transferencia tecnológica y apoyar proyectos piloto que conecten investigación, territorio y mercado.
Áreas de transformación de la madera
El edificio es una construcción demostrativa de más de 1.200 metros cuadrados con madera estructural del Pirineo, obra que reduce la huella de carbono y apuesta por la eficiencia energética, la bioeconomía circular y de proximidad. También cuenta con el centro de valorización de madera local, un un equipamiento para el primer eslabón de la cadena de valor de la madera: clasificación, aserrado y secado.
Este proceso transforma la materia prima de forma eficiente y le aporta valor al recurso. Las instalaciones, gestionadas por la Mancomunidad de Municipios Berguedans por la Biomasa, tienen capacidad para ocho personas y son operativas durante todo el año con recursos propios, lo que convierte a Saldes en un ejemplo de dinamización económica real y estable en zonas rurales aisladas y entornos de montaña.