Un ambulatorio de Igualada crea una consulta especializada en recetar ejercicio a los pacientes crónicos

  • Atienden a pacientes con diabetes, con insuficiencia cardíaca y casos poscovid

  • Hacen sesiones semanales o mensuales adaptadas al estado del paciente

  • El ejercicio puede ayudar a modificar o reducir el tratamiento

Hacer ejercicio siempre es necesario y más si gracias a eso puedes reducir parte de la medicación que estás obligado a tomar. Si no, que se lo digan a Joan Ratera, un hombre de Igualada con insuficiencia cardíaca severa que gracias al deporte ha logrado aumentar de 27% a 47% su capacidad. ¿Su receta? Hacer ejercicio. Es lo que le prescribieron en su ambulatorio de Igualada y es el tratamiento que más eficaz le ha resultado.

Este centro de atención primaria de esta localidad barcelonesa, se ha propuesto mejorar el bienestar de sus pacientes crónicos. Desde hace unos meses, han abierto una consulta centrada única y exclusivamente en prescribir actividad física. El enfermero que lo lleva, Adolfo Castro, asegura que desde que lo han puesto en marcha el estado de ánimo de la mayoría de usuarios ha cambiado e incluso han podido reducir la medicación que toman por su enfermedad: "no hay ninguna edad, cualquiera puede hacer actividad física dentro de sus límites. Es lo que hacemos aquí, delimitar esa persona lo que puede hacer, con su patología, su medicación, ver lo que puede hacer".

Mejora de la calidad de vida

Hasta ahora, han atendido generalmente a tres perfiles de pacientes: los diabéticos, los que sufren un covid persistente y los que padecen insuficiencia cardíaca. "Hay una automedicación demostrada. Se abusa. De hecho muchos perfiles están polimedicados. Para algunos es mucho más fácil recetar que intentar que alguien coja unos hábitos. Nosotros aquí hacemos un seguimiento y creamos sesiones adaptadas a sus límites", explica el sanitario.

Uno de estos pacientes es Juan. Él pesaba 120 kg y llevaba una vida muy sedentaria. Su enfermedad, peso y falta de rutina hacían que se ahogara caminando solo 50 metros. Al ir al médico, le diagnosticaron insuficiencia cardíaca severa. Su corazón estaba funcionando al 27% de capacidad. "Me dijeron que sería muy difícil recuperar lo que había perdido de capacidad. Me hice la idea de que no podría recuperarme pero entonces empecé a ir con el enfermero Castro. El me empezó a marcar las pautas. Empecé con 1 km al día, ahora ya hago entre 6 y 10 km diarios", añade el paciente.

Muchos perfiles están polimedicados. Para algunos es mucho más fácil recetar que intentar que alguien coja unos hábitos

Cada mes tiene una visita con su enfermero y van evaluando su seguimiento. "Evaluamos en cada sesión la mejora de los parámetros, como las constantes, la tensión arterial, la frecuencia cardiaca. Con Joan gracias a la actividad física hemos podido reducir la medicación. Ahora puede hacer mucha más actividad física dentro de ese margen de constantes que nosotros le marcamos y él se sabe controlar. Sabe en qué margen de frecuencia cardiaca tiene que trabajar", señala el enfermero Castro.

Aurora Garrido, directora del ambulatorio Igualada Norte, asegura que la mayoría de pacientes crónicos que llegan a la consulta tienen como principal inquietud mejorar su salud y reducir la cantidad de medicación que están tomando. "Las enfermedades cardíacas son un problema de salud pública por tanto el hecho que la población haga más actividad física haría que bajara el ritmo de asistencia en los centros de salud", explica Garrido.

Actividades de tipo aeróbico

En el ambulatorio se adaptan las sesiones a cada usuario, en función de su patología base y si tiene otras comorbilidades. "Ajustamos cada ejercicio terapéutico a cada paciente crónico, en función de sus parámetros. Valoramos frecuencias cardiacas respiratorias, pruebas de esfuerzo, ajustamos los ejercicios a cada caso, intentando buscar esa actividad física que al usuario le gusta", detalla Antoni Martí, fisioterapeuta del centro.

La mayoría de actividades son de tipo aeróbico. "La actividad aeróbica es una actividad que dura cierto tiempo y con una intensidad que nosotros le regulamos como tiene que ser. No es lo mismo hacer una intensidad máxima en un paciente con insuficiencia cardiaca que con un diabético. Esto es lo que intentamos especificar", aclara el enfermero Castro.

Esta prescripción de ejercicio físico no solo es eficaz para los pacientes con insuficiencia cardiaca. También los diabéticos necesitan incorporar en su día a día rutinas para mejorar su calidad de vida. "Los diabéticos lo tendrían que tener interiorizado. Un aumento de actividad física hace que puedas utilizar esa glucosa que el diabético tiene en sangre de manera mucho más útil", explica.