Desmantelada una banda criminal que cultivaba marihuana en pisos ocupados de Barcelona

  • Los 18 detenidos tienen antecedentes por hechos similares y han quedado en libertado con cargos

  • El grupo ocupaba viviendas vacías y las convertía en plantaciones de marihuana indoor

  • La banda tenía al barrio de El Polvorí (Barcelona) atemorizado y controlaba todas las entradas y salidas

Un despliegue conjunto entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona ha desmantelado una organización criminal dedicada a la venta de marihuana. Una operación que se ha saldado con 18 personas detenidas que se dedicaban al cultivo de esta droga en el interior de ocho domicilios del barrio de El Polvorí, en la ciudad de Barcelona.

En el marco de la operación, se han decomisado 611 plantas de marihuana y se han desmantelado ocho plantaciones indoor. También se ha intervenido una arma corta detonadora, katanas y machetes. Todos los miembros de la banda tienen antecedentes. Los 18 detenidos han pasado a disposición judicial y han quedado en libertad con cargos.

Las detenciones son fruto de una investigación que empezó el pasado marzo. Los miembros del grupo detectaban domicilios vacíos en el barrio, algunos por muerte de sus inquilinos, y los ocupaban de forma ilegal. Una vez dentro, manipulaban los contadores y convertían la vivienda en una plantación de marihuana indoor.

Focos, ventiladores, extractores, máquinas de aire condicionado. Una vez ocupada la vivienda, el grupo preparaba la plantación con todo el material logístico necesario para ponerla en funcionamiento. Durante los meses de investigación, los agentes detectaron diferentes furgonetas y camiones que les suministraban fertilizantes, cultivo y toda la maquinaria necesaria.

Un barrio atemorizado

La banda criminal actuaba con total impunidad en el barrio, creando una conflictividad vecinal relevante. El grupo tenía a los vecinos intimidados y amenazados con represalias si avisaban o colaboraban con la policía.

También controlaba el acceso de todas las personas ajenas al barrio, como los servicios sociales y municipales, el reparto de paquetes o incluso las compañías eléctricas que se acercaban a la zona.

Precisamente, la detección de la problemática vecinal hizo saltar las alarmas a los investigadores, que rápidamente relacionaron el caso con la actividad ilegal que realizaba la banda en el barrio.