Mascotas y calor: ¿Qué razas de perro y gato lo sufren más y cómo protegerlos?

Los animales también sufren el calor que nos acompaña desde hace semanas. El suelo arde a 50 ºC, y el aire sobre él no es más acogedor, con entre 36 y 42 ºC en gran parte de España. ¿Qué razas de perro y gato lo pasan peor con estas temperaturas y cómo podemos protegerlos?

Los animales muchas veces tienen que ser atendidos cuando el calor aprieta en verano. En 2018, durante un episodio de temperaturas extremas, una encuesta en Reino Unido demostró que un 51 % de los veterinarios tuvieron que tratar a animales por insolaciones y el 36 % había tratado a animales con problemas para respirar, un empeoramiento de enfermedades del corazón, quemaduras en las almohadillas de las patas y en la piel… Es decir, síntomas de golpe de calor o problemas de salud asociados al calor.

Los perros no sudan como lo hacemos los humanos, puesto que su piel no tiene las glándulas sudoríparas suficientes para que transpire. El sudor es un mecanismo del cuerpo humano para expulsar calor corporal y al mismo tiempo refrescar la piel cuando las gotitas de agua se evaporan. Es decir, el sudor controla nuestra temperatura interna cuando hace calor.

Si los perros no sudan, entonces ¿cómo controlan ellos la temperatura corporal? Lo hacen por la nariz, por eso cuando el calor se vuelve intenso jadean y babean más de lo habitual: es su manera de expulsar el calor.

Estas son las razas de perro que sufren más el calor

Las razas de perro con el hocico chato, como los bulldogs y los pugs ingleses o franceses, corren un riesgo mayor cuando hace mucho calor, ya que su nariz corta puede dificultar la respiración, y le costará más refrescarse jadeando.

Los animales con sobrepeso y aquellos con mucho pelo también corren un mayor riesgo, como son los huskies o los mastines.

Cómo proteger a perros, gatos y otros animales del calor

  • Los conejos no pueden ni sudar ni jadear para regular su temperatura corporal y refrescarse, por lo que es importante que su jaula o corral no esté expuesto a la luz solar directa en ningún momento del día, aconsejan desde la Asociación Británica Veterinaria.
  • Ten siempre agua fresca disponible y accesible para tus mascotas. Un truco es echar cubitos de hielo para que el recipiente del agua del gato o el perro dure frío más tiempo.
  • Asegúrate de que siempre tienen un lugar con ventilación y sombra. Cierra las persianas por el día y, por la noche, aprovecha para ventilar si no tienes aire acondicionado o ventilador. Así te asegurarás de que tu mascota tiene un lugar para refugiarse del calor. En el caso de pájaros o conejos, puedes ayudar a humedecer y mantener fresquita la jaula con unas toallitas húmedas en la parte de arriba, que refrescan y dan sombra.
  • Cepilla a tu gato más de lo normal y no le dejes encerrado en cuartos sin ventilación. Peinar a tu gato le ayudará a expulsar el pelo muerto que le da calor. Cuando vayas a salir, no lo dejes guardado en una habituación que pueda alcanzar temperaturas elevadas y no tenga aire acondicionado.
  • Haz la prueba del asfalto de los cinco segundos antes de sacar a tu perro. Si poner la mano en el suelo por donde vas a pasearlo y te quemas antes de contar hasta cinco, entonces busca otro lugar más a la sombra o con césped, y sácalo más tarde. De lo contrario no solo podría sufrir un golpe de calor sino que además se quemará las almohadillas.
  • No los obligues a hacer ejercicio con altas temperaturas.
  • Conoce las señales de golpes de calor para reconocerlo a la mínima. Si nota que respira más rápido de lo normal, le falta coordinación, tiene las encías de un color rojo intenso o muy pálidas, las orejas rojas y calientes o el hocico húmedo, busca un lugar fresco y bien ventilado, dale agua a tu mascota y échale un poco de agua por encima. Cuanto antes acude al veterinario.
  • Si ves un perro dentro de un coche que podría estar sufriendo por el calor, llama rápidamente al 091 y la Policía te dirá cómo proceder.