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26 años después Pokémon sigue siendo una marca formidable, sobre todo en su país de origen. En las tiendas de videojuegos en Japón no se ha vendido otra cosa esta última semana. Si metemos en una bolsa el top ten de ventas en el país nipón estos días, el 96% de las compras han sido de Pokémon Púrpura y Escarlata, que acaba de salir al mercado. Un soberano repaso a la competencia, 26 veces más que el resto de juegos juntos. En todo el mundo además en solo tres días ha conseguido colocar 10 millones de unidades (entre copias físicas y distribución digital) convirtiéndose así en el mejor lanzamiento de Nintendo de toda su historia.
Gran parte del éxito de esta marca que ha ampliado sus tentáculos al mundo de los juegos de cartas, series de televisión, películas merchandising de todo tipo es la fidelidad. Enganchar a jóvenes mientras mantienes viva la llama en los adultos edición tras edición (ésta es la novena generación). Con motivo del lanzamiento de Pokémon Púrpura y Escarlata una encuesta online realizada por la cadena de tiendas especializadas GAME a más de 30.000 aficionados españoles revela datos interesantes de ese fan incondicional. Que ya no son tan niños lo revela el hecho de que el 64% de los jugadores están emparejados y a la mayoría (el 82%) les gusta jugar con su media naranja.
La saga siempre ha estado ligada a las consolas portátiles de Nintendo y eso también aporta hábitos poco comunes en aparatos de otras compañías. Un 7% de los encuestados reconoce que dedican tiempo a cazar monstruos de bolsillo mientras están el trabajo o el instituto y tras el salón o el dormitorio, el baño es el segundo espacio preferido para jugar (22%) por delante del transporte público.
La encuesta también revela que casi un 42% la mayoría de los jugadores se iniciaron en la franquicia con el legendario Pókemon rojo, azul y amarillo pero que a pocos les parece su mejor experiencia. El 73% de los encuestados prefiere un título diferente a aquel con el que empezó. Una especie de amor fraternal rodea la saga a la que se le perdona su ya conocido escaso nivel gráfico e incluso los fallos de diseño. De los que tampoco se libra su último título. Las redes sociales se han llenado de aficionados e incluso profesionales del sector indignados por la cantidad de deficiencias visuales y fallos de programación.
Los críticos más incondicionales han preferido pasar por alto errores de juego y centrarse en las novedades que Pokémon Púrpura y Escarlata incluye y que afectan para bien a la experiencia de juego. Entre ellas la posibilidad por primera vez de explorar un mundo abierto (en esta ocasión la región de Paldea aparentemente inspirada en España) y un modo multijugador más completo. Visto en conjunto lo califican como el mejor juego principal de Pokémon (hay muchos spin offs) en años. Es por eso que las puntuaciones del título estos días son tan dispares que pasan del aprobado justo y el sobresaliente, a la espera de que nuevas actualizaciones terminen de pulir algunos de los fallos más graves de lanzamiento.