"Restos no humanos", vuelta al Área 51: cómo crece la fe en los ovnis sin pruebas

Exmilitares del Ejército de Estados Unidos aseguraron este miércoles en el Capitolio que los extraterrestres existen y que el Pentágono custodia las pruebas
Desde la década de 1990, varios políticos han presionado para que haya una mayor divulgación sobre la vida más allá de la Tierra
Si en 1999 el 33% de los estadounidenses creían que los extraterrestres existían, en 2021, eran el 41%
MadridBajo juramento y sin rastro de duda, el exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, David Grusch, aseguró este miércoles en el Capitolio que los extraterrestres existen. En su sorprendente declaración aseguró que desde 1930 el Pentágono lleva a cabo un programa secreto para recuperar naves alienígenas y “restos no humanos”. Confesó que conocía de primera mano cómo “múltiples colegas” habían sido “heridos físicamente” por extraterrestres, pero también por personas que trabajaban para el Gobierno de Estados Unidos que querían encubrir su existencia.
Grusch, que trabajó para el Pentágono investigando objetos voladores no identificados, admitió que, aunque él no ha sido testigo directo de todos estos sucesos, había hablado con 40 personas que sí lo habían sido. Aunque se negó a responder a muchas de las preguntas de los congresistas (alegando que eran informaciones clasificadas) señaló que podía revelar más datos en privado.
Grusch no fue el único que declaró ante el Congreso sobre extraterrestres. También lo hizo David Fravor, comandante retirado de la Marina. Fravor confesó cómo en 2004 él y otros tres militares encontraron un objeto con forma de tic-tac volador de unos 12 metros que se movía rápidamente sin propulsión visible desafiando las leyes de la física “tal como las entendemos”.
Apoyo de los congresistas
Tanto Grusch como Fravor fueron capaces de remover de sus asientos a muchos de los congresistas republicanos y demócratas presentes que escucharon este miércoles su relato. Con todo, Grusch dejó abierta la posibilidad de que los visitantes no fueran estrictamente extraterrestres, sino seres intraterrestres —que siempre habían vivido con nosotros en la Tierra— o seres interdimensionales de otra dimensión física.
Desde la década de 1990, varios políticos han presionado para que haya una mayor divulgación sobre la vida más allá de la Tierra. En 2020, el Pentágono publicó un video de fenómenos aéreos (o anómalos) no identificados, incluido el objeto tic-tac visto por Fravor. En mayo pasado, un panel de expertos de la NASA confesó que si bien la mayoría de objetos aéreos no identificados podían explicarse con un razonamiento lógico, otros no. El porcentaje de estadounidenses que cree que los extraterrestres existen no para de crecer. Si en 1999, suponían el 33% de la población, en 2021, eran ya el 41%, según un artículo de Financial Times.
Científicos y entusiastas
Durante mucho tiempo ha habido una distinción entre los científicos que buscan vida en el espacio y los entusiastas que detectan visitantes en la Tierra, pero ahora esa diferencia se está volviendo borrosa. Uno de los cosmólogos más respetados, Avi Loeb, profesor de ciencias de Harvard, que fue presidente del departamento de astronomía de la universidad durante nueve años, es reticente a admitir el testimonio de Grusch. ”No ha proporcionado ninguna evidencia y no ha sido testigo directo de nada. Todo son rumores. Así no se hace ciencia”, ha asegurado al Financial Times. Su teoría es que los extraterrestres han visitado nuestro sistema solar, en forma de un objeto, Oumuamua, cuyo camino a través de nuestro sistema solar en 2017 no parecía explicable por la gravedad del sol. Loeb también argumenta que un meteorito que cayó al mar cerca de Papua Nueva Guinea en 2014 puede haber sido una creación no natural de otro sistema solar. Este julio se han recuperado diminutos restos del meteorito del fondo del océano.
Lo cierto es que después de 70 años de búsqueda de vida, los resultados siguen siendo decepcionantes. Nadie ha encontrado evidencia de vida extraterrestre en Marte ni en cualquier otro lugar. “La ausencia de evidencia en realidad nos está diciendo algo: las civilizaciones tecnológicas son probablemente raras”, señala Ian Crawford, profesor de Birkbeck, Universidad de Londres. “Puede haber muchos planetas hospitalarios, pero el proceso para que los átomos se organicen en moléculas y luego en células autorreplicantes es un proceso muy, muy, muy complicado”, añade.
Es necesaria más investigación
La falta de evidencia directa siempre ha sido un problema para aquellos interesados en la vida extraterrestre. Pero en lo que todos coinciden -investigadores astrobiólogos y escépticos- es que debe haber más investigación sobre el tema. Con todo, algunos se preguntan con lógica: ¿por qué los avistamientos de ovnis se concentrarían en Estados Unidos?, ¿podría realmente su gobierno haber mantenido en secreto las visitas regulares de extraterrestres durante décadas? Si lo hubiera hecho, ¿por qué el Pentágono ahora permitiría que Grusch testifique? ¿Ha confundido Grusch un programa de ingeniería inversa de tecnología extranjera secreta con algo más exótico?
Mientras el mundo en general se hace estas preguntas, lo cierto es que el interés por el tema de los ovnis y los extraterrestres se dispara. También sobre el Área 51, sobre la que circulan todo tipo de especulaciones. Esta zona, destinada a desarrollar y probar aviones espía de alta velocidad y altitud por el Ejército estadounidense desde la década de 1950, ha estado siempre rodeada de misterio. Desde hace décadas, algunos mantienen el rumor de que en sus instalaciones se albergan ovnis y extraterrestre. ¿Será verdad?
