Contaminación

La luz artificial de las ciudades está provocando que la primavera se adelante y el otoño se retrase

La luz artificial, clave para este cambio de ciclo. UNSPLASH
  • Las grandes ciudades han visto cambiados sus patrones estacionales en la vegetación

  • Las consecuencias y repercusiones de lo que ello implica todavía están por determinar

Compartir

Un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature Cities arroja luz sobre un fenómeno ya conocido, pero que causa un efecto inesperado. La luz de las grandes urbes -en 428 en el Hemisferio Norte, y analizadas desde 2014 a 2020- retrasa el otoño y adelanta la primavera, desde el punto de vista de cómo la vegetación se adapta a las estaciones del año.

Por todos son conocidos efectos como las islas de calor -cuando en centros urbanos suben más las temperaturas, debido a la escasa vegetación-, del mismo modo, las consecuencias del calentamiento global. Sin embargo, el alumbrado público estaría desempeñando un papel crucial en cómo la vegetación urbana se adapta al entorno: y se han detectado cambios de patrones respecto a los entornos rurales.

PUEDE INTERESARTE

La primavera llega antes a las grandes ciudades

La vegetación de las ciudades reverdece -aproximadamente- 12,6 días antes que las plantas y árboles de entornos rurales. Por otra parte, la caída de las hojas se produce alrededor de 11 días después, en comparación con la vegetación que no está expuesta a la luz artificial. Pero, ¿por qué sucede esto?

Aquí, una de las claves principales, radica en la fotosíntesis y en el tipo de radiación del alumbrado público. Por una parte, las plantas absorben la parte de luz roja visible. Por otra, las hojas reflejan los infrarrojos -naturalmente presentes en la luz- que el alumbrado emite. Ante este exceso de luz que se capta en la fotosíntesis se producen estos cambios.

PUEDE INTERESARTE

Una de las grandes preguntas que quizás surgen es: ¿y cómo se ha podido detectar eso? Es gracias a los satélites. Se han ido tomando fotografías de los grados de luminosidad en grandes urbes, así como también, se ha ido monitorizando el grado de vegetación en cada estación del año y se han comparado entornos rurales y de grandes ciudades.

Con toda esta combinación de elementos, el equipo de investigadores ha determinado que "las ciudades con mayor intensidad de luz artificial tienen un mayor impacto en la fenología". Este término es la ciencia que estudia la relación entre factores climáticos y los ciclos vitales de los seres vivos.

Por lo tanto, si nos centramos en cómo árboles y plantas se adaptan al medio, en función de la estación del año, no sólo la temperatura es parte fundamental de la ecuación: también lo es la cantidad de luz a la que se tiene exposición.

Ahora bien, el siguiente paso a investigar es la consecuencia que esto puede tener. Ya se conoce la causa, pero en lo que puede derivar este retraso estacional, todavía está por ver.

Las noches son de cada vez más brillantes

La contaminación lumínica abre este nuevo escenario, en el que siempre se solía apuntar al cambio climático para ilustrarlo. Sin embargo, otro de los elementos que ha dado a conocer el estudio es que las grandes ciudades, de noche, se iluminan de cada vez más.

Ya en 2023 se hablaba de cómo la contaminación lumínica crecía un 10% de forma anual. Con este dato encima de la mesa, ya no sólo nos hemos percatado de que las estrellas se ven menos: ahora también se altera el ciclo vital de las plantas.