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Avi Loeb, el físico de Harvard convencido de que el objeto interestelar 3I/ATLAS es una nave alienígena que quiere colonizar Júpiter

El astrofísico, Avi Loeb, convencido de que el objeto interestelar 3I/ATLAS es en realidad una nave alienígena
El astrofísico, Avi Loeb, explica los motivos que le hacen pensar por qué 3I/ATLAS es una nave alienígena. Informativos Telecinco
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Avi Loeb es destacado miembro de la comunidad científica internacional. Reputado físico teórico estadounidense-israelí especializado en astrofísica y cosmología lleva estudiando décadas los objetos interestelares que se aproximan hacia nuestro planeta. El último de ellos, el conocido como 3I/ATLAS, le ha servido para lanzar un preocupante mensaje a todos los habitantes de la Tierra al asegurar que se trata de una nave nodriza alienígena.

Enfrentado con gran parte de la comunidad científica estadounidense, Loeb ya se dio a conocer al calcular las trayectorias de los tres últimos objetos interestelares conocidos para determinar su procedencia y aplicar restricciones de edad.

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Miles de año viajando por el cosmos

Según sus investigaciones 'Oumuamua, detectado en 2017, Borisov en 2019 y Atlas en julio de este año, se originaron en diferentes regiones del disco de la Vía Láctea y su edad varía entre uno y varios miles de millones de años.

Junto a otros investigadores Loeb realizó una serie de simulaciones numéricas utilizando el modelo de potencial galáctico GalPot, un paquete de software diseñado para calcular el potencial gravitacional de una galaxia.

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A partir de esto, pudieron integrar numéricamente las trayectorias de estos tres objetos interestelares en el tiempo y relacionarlos con posibles poblaciones estelares. "Nuestro análisis reveló que los tres provienen de poblaciones estelares distintas con diferentes edades y ubicaciones galácticas", aseguraron.

Colonización de Júpiter

Pero ahora, Loeb ha dado un pasó más a partir de sus estudios y asegura que 3I/ATLAS no es un cometa natural, sino una posible estructura tecnológica extraterrestre. Según él, su trayectoria apunta a un objetivo concreto: Júpiter, donde podría desplegar dispositivos o incluso colonizar el sistema joviano.

Aunque su idea esté en las antípodas de lo que asegura la NASA, que considera este objeto sideral como un cometa, Loeb insiste en que presenta anomalías orbitales y de aceleración que no encajan con un origen natural.

Según este físico astrónomo, el objeto pasará a 53.445 millones de km de Júpiter, una distancia que coincide casi exactamente con el radio de Hill del planeta (la región donde su gravedad domina).

Para Loeb, esta precisión es "estadísticamente extraordinaria" y difícil de atribuir al azar ya que la coincidencia tiene una probabilidad de 1 entre 26.000, lo que refuerza su idea de que podría tratarse de un ajuste intencionado.

En sus publicaciones, llega a describir 3I/ATLAS como una “nave nodriza” destinada a sembrar o desplegar tecnología en el sistema joviano con el objetivo último de colonizarlo o usarlo como base para el lanzamiento de sondas en su entorno.

Según Loeb, el hecho de que 3I/ATLAS apunte a Júpiter y no a la Tierra implicaría que una civilización extraterrestre podría considerar al gigante gaseoso más interesante para sus fines.

En contraposición a Loeb, la NASA insiste en que 3I/ATLAS es un cometa compuesto de hielo y polvo, similar a otros visitantes interestelares como ‘Oumuamua y 2I/Borisov. Para sus responsables, las afirmaciones de Loeb generan controversia porque desafían la explicación natural y sugieren intenciones alienígenas sin pruebas concluyentes.  

Independientemente de quién tenga razón, a partir del próximo 16 de marzo de 2026 veremos como 3I/ATLAS alcanza su punto de máxima aproximación a Júpiter, lo que permitirá comprobar si se producen fenómenos inusuales como los aventurados por Loeb ya que en ese momento pasará a una velocidad relativa de 65,9 kilómetros por segundo, circunstancia propicia para un supuesto lanzamiento de sondas.