Todo comenzó con una rara herida en la nariz, pero los médicos no supieron de qué se trataba hasta que a esta mujer de 69 procedente de Seattle (Estados Unidos) le hicieron una tomografía computarizada del cerebro a causa de unas convulsiones y mareos repentinos.
Y ahí se encontraron con que una parte estaba totalmente llena de sangre, como si faltara carne. En efecto, así era: la ameba 'comecerebros' se había estado cebando con la mujer durante el último año, desde que aparecieran esas extrañas heridas. Fue justamente en ese momento cuando había invadido su cuerpo.
*Imagen: los tejidos cerebrales de la mujer vistos a través del microscopio con las amebas / Swedish Medical Center
Su nombre científico es 'Naegleria fowleri', y le gusta vivir en aguas cálidas y climas templados. Es por eso que se han registrado cientos de casos en Estados Unidos y Australia, aunque también los hay, en menor medida, en Europa, Sudamérica y Asia. En el caso de la señora de Seattle, la cosa se pone un poco extraña, pues no tiene nada que ver con aguas estancadas o con estanques, sino con el agua del grifo de toda la vida.
Esta ameba solo afecta al cuerpo humano si llega al cerebro, y esto solo es posible si entra por la nariz. En la cabeza, secreta enzimas que lo degradan y causan lesiones, lo que deriva en síntomas como dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez de cuello… y se puede llegar a parálisis o convulsiones antes de llevar a la muerte.
Según han publicado los mismos médicos que siguieron el caso de la mujer en el 'Diario Internacional de Enfermedades Infecciosas', todo comenzó con un rinocornio, un aparato con forma de tetera que sirve para lavar las fosas nasales en casos de sinusitis o taponamiento. Para utilizarlos se recomienda encarecidamente utilizar agua salina o esterilizada, o hervir agua del grifo al menos durante cinco minutos. Se conoce que ella no lo hizo y rellenó el aparato con agua del grifo, por lo que la ameba entró en su cuerpo por ahí.
Según informa el diario, la infección de la mujer es la segunda registrada en Seattle (la primera fue en 2013), pero la primera muerte causada por ella. Según un estudio publicado en la revista ‘Clinical Infectious Diseases’ en noviembre, se han reportado 109 casos de amebas en los EE. UU. entre 1974 y 2016. El 90% de esos casos fueron fatales.
Casos en España
Se trata de un caso que ha generado gran conmoción en el país americano. Recuerda al que tuvo lugar en nuestro país hace unos meses, cuando se diagnosticó la primera persona infectada por la ameba ‘comecerebros’. Fue una niña de 10 años, que fue infectada por el protozoo en una piscina municipal de Torrijos, un pueblo de la provincia de Toledo. Afortunadamente no falleció, a pesar de que sufrió fuertes dolores de cabeza, fiebre, naúseas y vómitos. Fue una de las pocas supervivientes de este parásito.
Y hace apenas un par de meses, en octubre de 2018, se reabrió la piscina a todo el público, después de meses de intensas obras y una enorme remodelación con la que se evita que un caso tan dramático vuelva a ocurrir.