Islas Diómedes: el curioso caso de las islas árticas que se ven entre sí pero viven en días diferentes

  • Las Islas Diómedes son dos pequeñas islas situadas en el centro del Estrecho de Bering, en el Océano Ártico

  • La más grande, pertenece a Rusia, mientras que la pequeña es territorio de Estados Unidos

  • A pesar de que apenas 4 km separan ambas islas, cada una vive en un día diferente por la diferencia horaria

Las Islas Diómedes son dos pequeñas islas rocosas situadas en el centro del Estrecho de Bering, en el Océano Ártico. Cuando el cielo está despejado y el mar en calma, es posible ver la una desde la otra, pero a pesar de ser tierras vecinas separadas por apenas 4 kilómetros de distancia, cada una de ellas vive en un día diferente por la brutal diferencia horaria.

La isla más grande, llamada Gran Diómedes o Isla Ratmanov, forma parte del Okrug autónomo de Chukotka de Rusia, mientras que Little Diomede pertenece a Estados Unidos. La primera está deshabitada; la segunda la habita una comunidad esquimal de unas 100 personas de la etnia Chukchi.

Apenas 4 kilómetros separan las islas

La distancia entre las islas de Siberia y Alaska es de unos 3,75 km, pero las separa una linera internacional de cambio de fecha. Esto se decidió a finales del siglo XIX, cuando los geógrafos situaron el meridiano de Greenwich, en Inglaterra, como el punto 0º, y ubicó la Línea Internacional de Cambio de Fecha en la línea invisible que separa las Islas Diómedes en el Estrecho de Bering.

Hay casi un día de diferencia horaria entre ambas

Desde entonces, aunque el sol sale y se pone al mismo tiempo en ambas islas, la diferencia horaria entre ambas es de 21 horas, casi un día entero.

Por este motivo, la isla menor, habitada en su orilla occidental, es conocida como Yesterday Island (la Isla del Ayer), mientras que sus residentes llaman a la isla vecina Tomorrow Island (la Isla del Mañana).

La vida en Little Diomede no es fácil. Las condiciones climáticas son extremas especialmente en el invierno, cuando al aislamiento se suma el frío ártico. Aunque, desde el punto de vista poético, este es el único lugar del mundo desde donde puede verse lo que ocurre al día siguiente a apenas 4 km a través del mar.

La historia de las Islas Diómedes

La historia cuenta que la primera persona en pisar las Islas Diómedes fue el europeo Semyon Dezhnev, un navegante ruso que desembarcó en esta tierra de nadie en el Estrecho de Bering en el siglo XVII. En 1867, Rusia habría vendido Alaska a los Estados Unidos, poniendo como condición que se estableciera el límite entre ambos países exactamente entre estas dos islas. Esta frontera entre los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética se denominó "Cortina de hielo" durante la Guerra Fría, según World Atlas.