Continúa la ola de calor en Europa: los cinco lugares más tórridos de nuestro continente

eltiempohoy.es 04/08/2018 08:15

Atenas

Por muy atractiva que resulte a nivel turístico por su componente histórico y cultural, la capital griega es la primera ciudad a evitar durante todo el verano.

En esta estación se alían dos factores: calor y humedad. Las temperaturas de hasta 40 grados, las mínimas tropicales (más de 20) y la altísima humedad del Mediterráneo impiden disfrutarla como se merece.

Como en Madrid, la lluvia brilla por su ausencia en verano por lo que el ambiente termina siendo bochornoso y pesado.

Podgorica

Muy cerca de Grecia, en los Balcanes, encontramos la ciudad montenegrina de Podgorica, donde la humedad es lo que te impedirá que disfrutes de sus bellos paisajes y de su historia. Incluso si la península balcánica está de moda, ¡evítalo!

La razón principal del insoportable ambiente veraniego son los cinco ríos que cruzan la ciudad y disparan la humedad a un índice del 100%. Las máximas pueden ser igual o más altas que las de Atenas y por la noche no descienden de los 24 grados. Por tanto, es imposible conciliar el sueño durante gran parte del periodo estival.

Córdoba

Ni su cruce de culturas y religiones, su interesante casco histórico y sus reliquias que son Patrimonio de la Humanidad pueden presidiarios de visitar la ciudad andaluza en verano.

El año pasado rompió el techo de temperatura máxima jamás alcanzada en España: el 14 de julio se situó en 47,2 grados, que veremos si no los supera en la presente ola de calor.

La ausencia de precipitación en verano, la humedad del Guadiana y el incesante calor se combinan para crear una atmósfera irrespirable en los días de canícula. Valga como ejemplo que un día sin calor extremo, las máximas en Córdoba rondan los 35 grados o más. Las noches son tropicales también por lo que es muy difícil conciliar el sueño.

Ereván

Es, probablemente, la ciudad europea más extrema. Se encuentra en Armenia, uno de los países de moda y en auge en los últimos años. Pero, ¿conviene visitarlo en verano? La respuesta es no.

Evítalo en esta época y en invierno. La diferencia de temperatura puede ser de hasta 60 grados entre enero y agosto. En aquellas fechas, las máximas se desploman hasta los -20 mientras que en verano pueden alcanzar los 40 grados.

Esto ocurre porque tiene un microclima particular ya que está rodeado de tres áreas montañosas que impiden que el calor escape en verano y hacen lo propio con el frío invernal.

La Valeta

De nuevo, el Mediterráneo. Conforme avanza la canícula, este mar interior se convierte en un auténtico caldo, que arrastra más calor a áreas insulares tan pequeñas como Malta. Su capital sufre los estragos de esta situación.

Si bien no es la más calurosa, sí es la segunda más seca de toda Europa durante el verano. No llueve absolutamente nada y la humedad es muy alta con máximas que oscilan entre los 30 y los 35 grados.

Estos factores hacen de ella, una pequeña capital a evitar durante las vacaciones veraniegas porque tus días pueden convertirse en una pesadilla sin descanso.

Otros casos

Junto a ellas, otras ciudades y enclaves europeos son puntos negros a evitar. En general, las capitales mediterráneas son poco agradables turísticamente para estos meses: Madrid o Roma, pero también Estambul o Ankara, capital turca.

En veranos como este, no se escapa ni el norte de Europa pero, por lo general, el oasis que buscas lo puedes encontrar en Islandia o Escandinavia. ¡Toma nota y no te quemes buscando tu destino de vacaciones!