Lo eléctrico ha tomado la ciudad: pros y contras del patinete and co

Cristina Abel 01/11/2018 09:00

Las bicicletas disparan sus ventas

Los fabricantes de bicicletas y patinetes eléctricos han hecho su agosto este verano. Según los últimos aportados tras finalizar la Semana Europea de la Movilidad, su demanda se ha triplicado, un 331%. Los vehículos a dos ruedas han aumentado sus ventas en un 76,21%, siendo Cataluña la comunidad que presenta mayor demanda en transporte alternativo y Madrid, en segundo lugar. Cifras en aumento pese a que las normativas de las ciudades todavía no son claras y hay mucho camino por andar para que los gestores conciencien a la ciudadanía sobre su presencia y uso.

Entre los muchos beneficios de las bicicletas se encuentran, para empezar, el precio, que puede variar de los 250 a los 1685 euros, con una amplia gama de modelos e importes. Asimismo, cargar la batería puede costarte una media de seis céntimos y a eso puedes añadir que no hay que asumir los impuestos de matriculación, de circulación, ITV, seguro… Tampoco necesitas, por ahora, carnet de conducir, y las grandes ciudades, aunque solo sea en el centro, cuentan con un carril exclusivo para estos vehículos. Además, están exentas de pagar los parquímetros, tampoco los parkings públicos y privados, y te estás ahorrando un pastizal en carburante, además de los beneficios a la salud del pedaleo diario.

Pero no todo son ventajas. En la actualidad hay muchos problemas sobre el aparcamiento seguro y exclusivo de este transporte y las infraestructuras de las grandes urbes no están todavía adaptadas para la avalancha de las dos ruedas. Por lo que los usuarios tendrán que informarse con anterioridad de los puntos y bici estaciones con sistema antirrobo del centro. Otro de los contras es que no pueden ser usadas en vías de alta velocidad, solo en las carreteras donde se permite su uso, lo que limita mucho a los que viven alejados del centro urbano. La climatología es uno de los peores adversarios y ahora que llega el otoño y con él, las lluvias, puede que esta opción no sea la mejor si no quieres aparecer calado en la oficina o en clase. Su autonomía varía entre los 30 y 80km/hora, por lo que el viaje puede hacerse un poco pesado, y recuerda que la vida de la batería es limitada, con lo que te verás obligado a cambiarla, si la utilizas con asiduidad.

Patinetes, en un limbo

Cada vez están más presentes en las grandes urbes y es raro que no te hayas topado ya con alguno. Sin embargo, a las normativas de circulación sostenible su aumento les ha pillado por sorpresa y hay muchos detractores que se lo están poniendo difícil como alternativa. La mayoría no sabe muy bien qué vías son las correctas –según la DGT deben transitar por las vías peatonales o por las calzadas especialmente destinadas a su uso– ni donde aparcarlos o qué hacer con ellos una vez se llega al destino porque en las oficinas no hay espacio para estacionarlos. Además, los patinadores deben tener en cuenta sus peligros y anticiparse a lo que pueda suceder por un giro inesperado, así como el estado del asfalto, que se puede convertir en su peor aliado.

Pero entre los pros está su autonomía, su importe (más bajo que una bicicleta, alrededor de 200 euros), su peso y que se recarga con un simple enchufe convencional por unos pocos euros, además de su versatilidad por su tamaño y no requerir ningún permiso.

Motos, alternativa en alza

Son silenciosas, su mantenimiento es menor que las convencionales, no generan emisiones contaminantes (lo que te supondrá un ahorro en el impuesto de circulación) y su recarga es más barata. Todas estas ventajas hacen que las motos, que ya eran menos contaminantes que los coches, sean una alternativa ecológica en alza porque nos ahorra atascos y tener que buscar aparcamiento como desesperados. Cada vez hay más modelos y hasta la clásica Vespa, que cuenta con millones de adeptos, ha sacado un modelo el pasado mes de septiembre –saldrá a la venta en Europa en octubre–, con una autonomía de 70.000 kilómetros (unos 10 años).

Pero no todo es a favor porque su precio todavía es alto, aunque el Plan Movea 2017 subvenciona hasta 2.000 euros. Asimismo, tienes que contar con un punto de corriente habitual para que siempre esté cargada, sin olvidar que necesita más tiempo para estar lista para la conducción que el simple repostaje en una gasolinera convencional. Según los expertos, el frío intenso afecta a la batería y la velocidad es menor que las tradicionales. Otro dato a tener en cuenta, son tan silenciosas que los peatones no pueden percatarse de su presencia, con lo que el motero tendrá que poner mil ojos en la conducción.

Coches, el futuro a medio plazo

Se calcula que en territorio europeo hay en estos momentos alrededor de un millón de coches eléctricos y se calcula que a principios de años sus ventas alcanzaron un 41% más que el año anterior, siendo nuestro país uno de estas cifras se han incrementado. No obstante, estamos todavía a años luz de las estimaciones de países como Noruega, Alemania y Francia, donde hay una mayor conciencia por lo sostenible y no solo entre los ciudadanos, los gobiernos han decidido hacer los deberes para reducir las emisiones antes de 2050. El primer beneficio de estos automóviles es su esencia ECO, a cero emisiones mayor respeto por el medio ambiente, además, de contribuir a disminuir la contaminación acústica, mayor eficiencia y menos consumo. Los expertos destacan que la ausencia de caja de marchas posibilita una mejor distribución del espacio intención y el motor eléctrico puede habilitarse en otras zonas del vehículo, por lo que no es necesario que su diseño sea como los tradicionales.

La red de recarga, por lo menos en nuestro país, es muy limitada, por lo que nos podemos encontrar con un serio problema para cargar la batería si no localizamos un punto para enchufarlo. Pese a que cada vez hay una mayor concienciación por parte de los gestores locales, todavía hay mucho camino por andar en ese sentido. Además, su precio es prohibitivo para muchos bolsillos y no solo su adquisición, también el alto coste de las baterías. Cuentan con menos autonomía y potencia y es complicado encontrar talleres especializados en su reparación.