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La superficie forestal afectada por incendios en España en los siete primeros meses de 2020 se ha reducido casi al 60% respecto a 2019. Aunque se están registrando varios incendios en las últimas semanas, el dato es muy positivo, se trata de menos de la mitad de focos comparando con el año pasado. De 8.078 a los 4.797 hasta julio de este año.
El número de grandes incendios (con más de 500 hectáreas) se ha reducido a 5, mientras que en 2019 fueron 11, y el promedio de la última década ha sido de 9, según los últimos datos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), relativos al período del 1 de enero al 2 de agosto, aún provisionales.
La superficie forestal quemada ha sido de 24.923,76 hectáreas en lo que va de año, mientras que fueron 59.662,03 las calcinadas entre enero y julio de 2019, lo que supone un descenso del 58,2 %, de acuerdo a los datos del Miteco, que asume desde hace poco las competencias forestales -anteriormente en manos del Ministerio de Agricultura- como parte del refuerzo de políticas dirigidas a la biodiversidad.
También ha disminuido un 50,7 % el área forestal afectada por incendios en lo que va de año respecto al promedio de la década (con 50.571,4 hectáreas calcinadas), de acuerdo a los datos.
La cifra de siniestros -incluidos los conatos de menos de una hectárea y los incendios de al menos una- es hasta el momento de 4.797, algo más de la mitad que en 2019, con 8.078, mientras que la media de la década entre enero y julio ha sido de 7.117. Solo los incendios de al menos una hectárea han sido en lo que va de año 1.751, frente a los 2.894 en 2019 y los 2.519 del promedio de la década.
La campaña contra incendios forestales se desarrolla este año desde el 15 de junio hasta el 15 de octubre, aunque podría prorrogarse unos días más en caso de necesidad, y se coordina desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.
El Estado complementa la acción que corresponde a las comunidades autónomas en virtud de sus competencias en Protección Civil y gestión forestal, aportando medios de titularidad estatal, y facilitando la incorporación de medios de otras administraciones, así como la ayuda internacional, cuando esta resulte necesaria.