¿Cómo podemos lavar las toallas para que queden suaves y esponjosas?

Nuestras prendas de ropa en el hogar se estropean y pierden resistencia con el paso de los años. Al igual que cambiamos las sábanas, solemos (o debemos) hacer lo mismo con las toallas, puesto que están sometidas a continuas variaciones de temperatura y a un alto índice de humedad, lo cual también puede desembocar en una plaga de pececillos de plata.

Además, al lavar a menudo las toallas, estas sufren un gran desgaste en cuanto a calidad y tacto. Independientemente de cómo podemos secar la ropa de una manera más rápida, de los pasos a seguir para desinfectar un trapo en el microondas o de conocer el truco para tener unos azulejos relucientes, existen una serie de consejos para lavar las toallas y que queden suaves y esponjosas, como recién salidas de la tienda.

Cómo lavar las toallas sin perder su suavidad

Lo primero que debemos hacer, según recoge la web 'El Mueble', es llenar un barreño de agua fría y verter un chorrito de vinagre y limón. Antes de meter las toallas en la lavadora, las sumergiremos en la mezcla durante aproximadamente una hora.

A continuación, las enjuagaremos con agua fría. Este proceso permitirá que las toallas no queden ásperas tras el lavado. Por cierto, es importante también que tengamos en cuenta que no todas las cosas se pueden meter en la lavadora.

Una vez hecho el prelavado, es hora de emplear la lavadora. Eso sí, sin abusar del detergente. Una pequeña cantidad será suficiente ya que no por echar más van a salir las toallas más limpias.

Es también conveniente no utilizar suavizante. No es cierto que vayan a quedar más esponjosas. Y si decidimos añadirlo, que sea poquito y después de haber lavado las toallas unas tres o cuatro veces. Y, por supuesto, nada de lejía.

Otro apunte a tener en cuenta es que no hay que sobrecargar el tambor. Las toallas necesitan su espacio para limpiarse de una manera correcta.

Por otra parte, si quieres suavizar las toallas para poder disfrutar mucho más tiempo de su tacto sedoso, debes saber que el bicarbonato de sodio es un gran aliado. Lo único que debes hacer es agregar dos cucharadas de dicho producto al agua del aclarado. También ayudará a desinfectarlas e incluso a eliminar las manchas más resistentes. 

Si deseas potenciar su efecto, combínalo con un poco de vinagre blanco de limpieza. Gracias a sus propiedades, suavizarás todavía más las toallas y el resultado final será impecable.