Echar sal y bicarbonato en el inodoro: los beneficios de hacerlo durante la noche

El inodoro es uno de los objetos del hogar que debemos limpiar a fondo y más asiduamente para evitar la proliferación de bacterias, gérmenes y moho, dadas las condiciones de humedad. De hecho, es el lugar perfecto para las plagas de los denominados pececillos de plata.

La acumulación de microorganismos puede ser perjudicial para la salud. Además, si no limpiamos las manchas de cal y los demás restos de suciedad, los malos olores se apoderarán de nuestro cuarto de baño. Son varios los remedios para desatascar y desinfectar el inodoro. No obstante, muchas personas echan mano de dos productos que solemos tener en casa: la sal y el bicarbonato.

La sal y el bicarbonato ayudan a eliminar las bacterias

Una mezcla de ambos ingredientes, con aproximadamente 200 ó 250 gramos de cada uno, es ideal para que esa limpieza exhaustiva del retrete no nos suponga un agujero en el bolsillo, es decir, un importante desembolso económico todos los meses.

Es aconsejable aplicar dicha mezcla en el interior del inodoro por la noche puesto que así dejaremos actuar más tiempo, eliminando por completo cualquier bacteria. Además, para un mejor olor, podemos añadir unas gotitas de aceite esencial del olor que más nos guste.

Otro remedio casero para la limpieza del baño es emplear vinagre blanco o limón. De hecho, podemos calentar el vinagre en un vaso y verterlo por el váter tras mezclarlo con bicarbonato. Del mismo modo, para mayor eficacia, se puede dejar mientras dormimos y aclararlo al día siguiente con abundante agua hervida.

Los expertos abogan por realizar estos pasos, al menos, una vez al mes para conservar el retrete en perfectas condiciones. El rol de la sal es descomponer la obstrucción antes de ir al desagüe, mientras que el agua caliente funciona aflojando todos los componentes atorados en el váter.

Con la ayuda de una bayeta limpiaremos la tapa y el interior. Eso sí, es recomendable emplear al menos dos distintas puesto que utilizar el mismo trapo para todo el baño es uno de los errores más comunes que solemos hacer a la hora de eliminar la suciedad. Y sí, las bayetas y los estropajos también se desinfectan.

Asimismo, es importante que vaciemos de manera regular el depósito de agua para prevenir la acumulación de manchas y minerales en la taza del inodoro.

Por último, destacar que entre las bacterias más comunes que hallamos en el váter tenemos la E.coli, la salmonella, el norovirus o el rotavirus, entre otros. Su proliferación es posible gracias a las bajas temperaturas y la humedad, por lo que es recomendable siempre lavarnos las manos al salir de estos lugares.