La vida actual de Benito Pocino, el mítico actor de 'Mortadelo y Filemón': una disputa y alejado del cine
Pocino dio vida al primer Mortadelo en la película 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón', aunque siempre ha trabajado en Correos
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En 2003, Benito Pocino saltó inesperadamente a la fama como Mortadelo en la película 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón', dirigida por Javier Fesser. Una elección tan sorprendente como acertada: su gran parecido físico con el icónico personaje de Francisco Ibáñez fue tan inquietante que Fesser no tardó en ficharlo tras ver una foto que le mostró un maquillador.
En palabras del propio Pocino, y tal y como explicó por aquel entonces a 'El País': "Mis amigos me llamaban Mortadelo para molestarme, pero como eran amigos…".
Hasta entonces, Pocino había compatibilizado toda clase de trabajos -panadero, camillero, camarero- con intermitentes papeles como figurante en el cine y la televisión. En 1987 entró como empleado en Correos, un puesto que mantendría incluso cuando su rostro se volvió famoso.
La primera película, con Pepe Viyuela como el Filemón ideal, fue todo un éxito. Se convirtió en la segunda más taquillera de 2003 en España, y gran parte de ese triunfo se le atribuía al encanto singular de Mortadelo… interpretado por él. Un año después del lanzamiento del film denunció que en los 17 años que llevaba trabajando en Correos había acumulado hasta 45 contratos temporales y de interinidad.
Una oportunidad perdida
En 2008 se planeó una secuela: 'Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra'. Pero Pocino no regresó. Exigió una retribución superior, argumentando que su contribución al éxito de la primera había sido fundamental. La productora no aceptó, lo reemplazaron por Edu Soto -y al director por Miguel Bardem- y Pocino perdió la oportunidad de seguir en la industria del cine, lo que a su vez provocó una disputa con los altos mandos de la segunda entrega.
"Si no estoy en la segunda entrega de la saga es por culpa del director y de la productora. En vista del exitazo que había tenido la primera parte y a sabiendas de que había sido en gran parte gracias a mi personaje, exigí una cantidad de dinero que consideré realista y honesta, pero me dijeron que no estaban dispuestos a pagarme y que encontrarían a un actor que me sustituyera. Entonces, y después de insistir, respondí que no era celoso y me fui", contó a 'El Mundo'.
"Además, también quise incluir una nueva cláusula en el contrato, donde se especificase que estaba prohibido introducir en el set cualquier objeto que pudiera recoger imágenes, porque estoy harto del pirateo de internet, donde unos usuarios se bajan contenidos gratis y las productoras hacen su agosto cobrando pequeñas cantidades por esos contenidos. De todas formas, ellos se lo pierden. Varios compañeros de trabajo y otras personas que me saludan por ahí me han dicho que no piensan ir a ver la segunda parte porque no salgo yo", añadió.
Pese a todo, dejó claro que no guardaba rencor a su 'sustituto', Soto. "El no tiene la culpa de nada. Es un actor, vive de esto y es normal que aceptara el papel. Iré al cine a ver qué tal lo hace", sentenció.
Otras producciones y su vida actual
Pocino no volvió a la gran pantalla, o, por lo menos, a protagonizar grandes papeles. Su carrera cinematográfica ha sido mínima desde entonces. Participó en algunas producciones menores como 'La máquina de bailar', 'Déjate caer' o 'El sulfato anatómico', lanzada en 2016. Esta fue su última aparición en la industria.
Ahora, vive tranquilo y sin estridencias en Santa Coloma de Gramenet, en las afueras de Barcelona. Sigue trabajando en Correos, concretamente en la oficina de Via Laietana, donde planea jubilarse próximamente.
A lo largo de estos últimos años, Benito también se ha dejado ver en algunas redes sociales, en las que se muestra firmando comics y coleccionables de 'Mortadelo y Filemón' por las calles catalanas.
Aunque todavía lo reconocen por la calle y le piden fotos, él ya no busca los focos. Tal y como aseguró hace tres años a 'El Periódico': "Hace mucho que no me llaman del cine, pero tampoco tengo necesidad: ya viví la experiencia y para mí es un trofeo. Mortadelo queda para el recuerdo, aquello fue bonito".