Terror

'Expediente Warren' o la historia real de Ed y Lorraine, un matrimonio con una vida difícil de explicar

'Expediente Warren' o la historia real de Ed y Lorraine, un matrimonio sobrenatural cuya vida aún cuesta explicar
Vera Farmiga y Patrick Wilson dan vida a Lorraine y Ed Warren en la saga 'Expediente Warren'.. Warner
Compartir

El mundo de lo sobrenatural, los entes demoníacos y espíritus vengativos lleva siglos interesando (y aterrando) a la humanidad. Siempre muy ligado a la imaginería cristiana, la película de ‘El exorcista’ fue una de las culpables de que se renovara el interés por todo lo que tuviera que ver con exorcismos y fantasmas o demonios. El cine ha ayudado mucho a aumentar las ganas de saber más sobre todo este aspecto sobrenatural de nuestra realidad, y si hay dos personas cuyo legado ha llegado hasta nuestros días esas son Ed y Lorraine Warren.

Gracias a la película ‘Expediente Warren’, dirigida por James Wan, el matrimonio Warren empezó a ser conocido por el gran público. No todo el mundo sabía de sus historias o de su impacto cultural más allá de Estados Unidos. Pero el éxito de la película (que estrena ahora si cuarta entrega, ‘Expediente Warren: El último rito’), que derivó en toda una franquicia de terror, provocó que tanto ellos como sus casos más famosos empezaran a ser famosos más allá del país norteamericano.

PUEDE INTERESARTE

Sus nombres están asociados a algunos de los casos sobrenaturales más inquietantes (y polémicos) de la historia reciente, muchos de los cuales sirvieron de inspiración para libros, documentales y películas que alimentaron la fascinación del público. Ed Warren era demonólogo. Nació en 1926 en Connecticut y, desde joven, afirmaba haber tenido experiencias relacionadas con lo inexplicable. Tras una breve etapa como pinto, acabó dedicándose por completo al estudio de la Demonología, campo poco habitual si estabas fuera del ámbito eclesiástico.

Lorraine Moran, médium clarividente, nació en 1927 y aseguraba poseer habilidades psíquicas que le permitían percibir presencias y comunicarse con energías del más allá. Ambos se conocieron siendo adolescentes y, poco después, comenzaron una relación que marcaría sus vidas. Tras casarse, decidieron unir sus talentos para formar un equipo de investigación que, en las décadas siguientes, ganaría una gran popularidad dentro de Estados Unidos.

PUEDE INTERESARTE
Vera Farmiga y la monja demoníaca, en una de las cintas de la saga

El matrimonio siempre se presentaba como una pareja de católicos practicantes, convencidos de que su misión era ayudar a familias aterrorizadas por lo que consideraban ataques demoníacos o infestaciones malignas. En 1952 fundaron la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Nueva Inglaterra, con la que registraron miles de casos a lo largo de los años. En su propia casa llegaron a montar un museo ocultista, donde guardaban objetos que, según ellos, habían sido malditos o utilizados en rituales, entre los cuales se encuentra la famosa muñeca Annabelle, encerrada en una vitrina y convertida con el tiempo en un símbolo de su trabajo. Sobre todo gracias a las películas del universo creado por James Wan.

Sus casos más mediáticos

Entre sus investigaciones más famosas se encuentra el caso de Amityville. Quizá el más mediático de todos. En 1975 la familia Lutz afirmó que su vivienda en Nueva York estaba habitada por fuerzas malignas tras el asesinato múltiple cometido allí por Ronald DeFeo. Los Warren acudieron para examinar la situación y declararon que el lugar estaba infestado de una energía demoníaca muy poderosa. Aunque más tarde el caso fue objeto de controversia y muchos lo tacharon de fraude, el relato se popularizó gracias a libros y películas, cimentando la reputación de los investigadores.

Otro episodio relevante fue el caso de la familia Perron en Rhode Island a comienzos de los años setenta, historia que más tarde inspiraría la película ‘Expediente Warren’. Los Warren aseguraron que, en esa casa, se manifestaba la presencia de una bruja llamada Bathsheba Sherman, quien habría practicado sacrificios y maldiciones en el lugar. Según relataron, los fenómenos incluían objetos que se movían solos, ruidos extraños y ataques físicos contra los que allí vivían. Ed Warren explicó en varias entrevistas que la intensidad de los sucesos era tal que, incluso después de su intervención, la familia estuvo marcada durante años. 

El matrimonio Warren, en una de las fotos promocionales de la saga

El matrimonio también estuvo vinculado al caso de Enfield, en Inglaterra, a finales de los años setenta, donde una familia afirmaba sufrir poltergeists que incluían levitaciones, ruidos violentos y voces sin explicación. Aunque los investigadores británicos Maurice Grosse y Guy Lyon Playfair llevaron el peso de la investigación, los Warren viajaron al Reino Unido y declararon públicamente que se trataba de uno de los ejemplos más claros de actividad sobrenatural real. Lorraine sostuvo que había sentido una fuerza oscura en la casa, y Ed insistió en que no podía atribuirse todo aquello a la imaginación de las niñas implicadas. Pero hoy en día, todo parece indicar que el caso no tuvo nada de verdad, y todo era algo llevado al extremo. 

Asimismo, se involucraron en el caso del juicio de Arne Cheyenne Johnson en 1981, conocido como ‘El diablo me obligó a hacerlo’ (y formó parte de la tercera entrega de la saga). Johnson mató a su casero y alegó que estaba poseído en ese momento. Ed y Lorraine habían investigado previamente la posesión de un niño relacionado con Johnson, y aseguraron que el mal espíritu había pasado de él al acusado. Aunque el tribunal no aceptó la defensa de posesión demoníaca, el caso se hizo famoso por ser el primero en Estados Unidos donde se intentó argumentar un crimen bajo esa explicación.

Y, como trata la última entrega de la saga, uno de sus casos más famosos y polémicos fue el de la familia Smurl. Una casa encantada que aterrorizaba a toda una familia. El matrimonio Warren concluyó que estaba habitada por cuatro entes demoníacos diferentes. Llegaron a pedir ayuda a un sacerdote católico que realizó tres rituales diferentes en 1986. Nunca fue demostrado que hubiera pasado algo sobrenatural en la casa de los Smurl, que acabaron mudándose. Pero la reputación de los Warren seguía intacta, aunque muchos siguieran considerándolos meros charlatanes.