Ana María Matute recibe el Cervantes más "imaginativo" de la historia

AGENCIA EFE 27/04/2011 05:34

Así, este año la entrega del premio Cervantes, el galardón más importante de las letras en español, ha estado impregnada de palabras que hacían referencia a la invención, a la imaginación, a seres invisibles y al arte del relato.

Una ceremonia en la que la escritora barcelonesa ha llenado de emoción y largos aplausos el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, con un discurso hecho desde el corazón, y en el que ha recordado su "vida de papel", como ha reconocido: su deseo de ser escritora, los cuentos, a los hermanos Grimm, Perrault y Andersen, a su muñeco Gorogó -su mejor invento- y la maldita guerra y el ruido sus bombas.

Vestida muy elegante, con un traje de raso de color gris perla y una blusa blanca, y sentada todo el tiempo en una silla de ruedas que conducía su hijo Juan Pablo de Goicoechea (su sombra en toda la ceremonia), Ana María Matute ha comenzado por pedir disculpas por no saber escribir discursos.

"Prefiero escribir tres novelas seguidas y veinticinco cuentos, sin respiro, a tener que pronunciar uno. "Esta anciana que no sabe escribir discursos solo desea hacerles partícipes de su emoción, de su alegría y de su felicidad -¿por qué tenemos tanto miedo a esa palabra?-", ha dicho, y ha agradecido el premio a "todos cuantos han hecho posible este sueño".

"El que no inventa no vive". "La literatura ha sido el faro salvador de muchas de mis tormentas". "A la literatura en grande, como a la vida, se entra con dolor y lágrimas". Estas son algunas de las frases que ha pronunciado la escritora y académica ante los reyes, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su mujer, Sonsoles Espinosa.

También ante la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y numerosos representantes de instituciones culturales y académicas.

La ministra González-Sinde, por su parte, ha señalado que la autora de "Olvidado rey Gudú" es un mujer "valiente" e "intrépida" que forma parte de una clase de autores "privilegiados" porque puede escribir sobre lo inexplicable y lo invisible.

Por su parte, el rey, que ha tenido palabras de recuerdo para el poeta chileno, premio cervantes, Gonzalo Rojas, como hecho Ana María Matute, ha destacado de la premiada su excelencia literaria y su deslumbrante universo imaginativo

Y tras destacar el "inconfundible sello cervantino" que caracteriza toda la obra de Ana María Matute, el rey ha rememorado la trayectoria vital de la premiada y subrayado que la tragedia de la guerra civil dejó "una huella imborrable en su alma infantil y juvenil" que ha quedado grabada en gran parte de su producción.

Tras la ceremonia de entrega del prestigioso galardón, la escritora, acompañada por su familia, se ha hecho la tradicional foto de grupo con los reyes y con los principales invitados.

La escritora, ya más relajada, ha comentado con los periodistas que para ella había sido "emocionante echar la vista atrás" y recordar sus comienzos literarios, cuando llevó a la editorial su primera novela, escrita a mano y en un cuaderno escolar.

Ana María Matute, que hoy ha sentido el cariño y afecto de todos y ha sustituido a su rey Gudú por otros reyes de carne y hueso, ha comentado que los reyes estuvieron "muy amables, cariñosos y simpáticos".

González-Sinde, cuyo discurso ha sido muy elogiado, ha confesado que anoche no pegó ojo, tratando de acortar su intervención, y que las últimas semanas se las había pasando leyendo toda la obra de Matute. "Su discurso ha sido maravilloso y, además, lo ha leído muy bien", ha precisado la ministra, quien espera que el próximo año gane el premio otra mujer.

Entre los invitados que han querido hoy acompañar a la escritora ha habido muchas mujeres, como la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, la directora de la Biblioteca Nacional, Glòria Pérez Salmerón, y las escritoras Ana María Moix, Juana Salabert, Ángeles Caso, Carme Riera, Fanny Rubio o Lourdes Ventura.

Con ellas, el director de la Real Academia, José Manuel Blecua, y el escritor y académico Carlos Bousoño, entre otros.

Al final, como es tradicional, la tuna de la Universidad aguardaba a la entrada del Paraninfo para despedir con sus canciones a los reyes tras el cóctel que ha puesto fin a la ceremonia, u durante el que Rodríguez Zapatero ha tenido oportunidad de conversar brevemente con el secretario general del PSM, Tomás Gómez, y también con el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

Carmen Sigüenza