Lou Jing, el caso de la modelo china con la piel negra abre el debate sobre el racismo en el país

INFORMATIVOS TELECINCO 29/10/2009 11:41

"No existen chinos negros", era uno de los comentarios que más se repetían en Internet para dejar claro el descontento con Lou Jing que se ubicó entre los cinco finalistas.

El presentador la llamaba 'La Halle Berry china', aludiendo a la actriz estadounidense ganadora de un Oscar.

La chica, a pesar de todo, no se distrae, estudia Arte Dramático en Shan­ghai y aspira a ser presentadora de la televisión, actriz, modelo o algo que tenga que ver con el espectáculo, aunque para ello tenga que convencer a golpe de talento a la parte de la audiencia prejuiciada.

Su descubrimiento en el mundo de los aplausos se convirtió en un caso nacional sin quererlo.

Lou Jing, nacida un 28 de abril de 1989 en Shanghai, hija de madre china y padre estadounidense, al que no conoció, pero que le dejó en herencia ese precioso color chocolate, la misma que rompe la homogeneidad asiática.

¿Cómo lleva esta joven la diferencia? "Estoy acostumbrada a las miradas, nunca ha sido un problema", ha confesado en una entrevista al 'Corriere della Sera'.

"En Internet, sí, hay comentarios, críticas sobre mí y a ellas no me acostumbraba, en lo absoluto. Ahora, sin embargo, tengo una nueva actitud: no quiero preocuparme por quienes no tienen nada que ver conmigo". ¿Hay racismo en China? "Más que racismo, yo hablaría de agresividad. Ante las ofensas reacciono mal, sólo si estoy de mal humor".

Cuando la madre de Lou Jing se presentó en plató a hablar sobre ella, arreciaron los comentarios mordaces sobre la moralidad de la mujer. Una hija fuera del matrimonio, una hija con un extranjero, y para colmo negro.

Salieron a flote los peores estereotipos, al punto que el diario 'China Daily' tuvo que dedicar un editorial al caso de Jou Ling y al racismo que evidenciaba la actitud de sus críticos, "un Ejército de moralistas con mentalidad medieval".

Mientras tanto, la chica de chocolate no se para. "Tengo un buen carácter, soy optimista". Dentro de dos años se graduará y "quisiera dejar la casa para ir al extranjero, en Europa y América".