Vivek H. Murthy, propuesto para médico de la nación en EEUU: la soledad también mata

  • Vivek H. Murthy, ex cirujano general de EEUU con Barak Obama, presenta un libro que analiza el poder social de la comunidad

  • ‘Juntos. El poder de la conexión humana’ ofrece herramientas y pautas para fortalecer nuestras conexiones sociales

  • Ayudar y dejarnos ayudar es clave para superar este punto vital

En tiempos en los que todo se mueve a ritmo acelerado y en los que el individualismo gana cada vez más adeptos, poner en valor la importancia de la conexión humana se hace más necesario que nunca. Está demostrado que la soledad y que las personas solitarias presentan una respuesta inmune menos eficaz que las que sí mantienen contacto habitual con familiares y amigos, estando más predispuestas a sufrir cualquier enfermedad.

Por eso se hace tan necesario cambiar nuestros hábitos y poner el foco en lo verdaderamente importante: de eso trata el libro que acaba de publicar Vivek H. Murthy. Quien fuera cirujano general de Estados Unidos con Barack Obama (y propuesto por Joe Biden para el cargo de ‘médico de la nación’) acaba de publicar ‘Juntos. El poder de la conexión humana’, un libro que trata sobre la importancia de la conexión humana, el impacto oculto de la soledad en nuestra salud y el poder social de la comunidad.

Cuatro claves para combatir la soledad

La premisa de Murthy es clara: aunque el mundo parece más conectado que nunca, la soledad se extiende como una epidemia. Por eso cabe preguntarse cuál es el efecto que tiene en nosotros la soledad y cómo podemos tratarla, incluso en la distancia. Murthy recuerda que, en plena era digital, el sentimiento de soledad es, sin embargo, cada vez mayor, algo a lo que contribuyen herramientas que (al menos en teoría) deberían unirnos, como es el caso de las redes sociales. En este contexto, muchas personas recurren a sustancias nocivas, a la comida o al sexo para mitigar el dolor emocional de la soledad.

El autor defiende que la soledad constituye un problema de salud pública y no es casualidad que en algunos países los gobiernos la hayan incorporado a sus agendas de trabajo: es el origen y agente colaborador de muchas de las epidemias generalizadas en el mundo actual, desde el alcoholismo y la drogadicción hasta la violencia, la depresión o la ansiedad.

Pero la soledad no solo afecta a la salud, sino también a cómo viven los niños su etapa escolar, a nuestro rendimiento en el trabajo y al sentimiento de división y polarización que reina en nuestra sociedad, y que la pandemia del Covid-19 ha puesto de relieve más que nunca.

La conclusión de Murthy es que "en el fondo de nuestra soledad se encuentra el deseo innato de relacionarnos con otros”, precisamente porque el ser humano es una criatura social. "Hemos evolucionado para participar en una comunidad, para forjar lazos duraderos con los demás, para ayudarnos mutuamente y para compartir experiencias vitales”. En este sentido, este libro pretende convertirse en una potente llamada de atención, así como en fuente de estrategias que pueden ayudarnos a conectar porque, sencillamente, estamos mejor si estamos juntos.

Así, si reforzamos nuestras conexiones sociales podemos fortificar nuestras comunidades y protegernos los unos a los otros. Cuatro estrategias cruciales nos ayudarán no solo a vadear la crisis, sino también a curar nuestro mundo social de cara al futuro menos inmediato:

  • Pasar tiempo cada día con las personas que amamos. Esto no se limita a las personas con las que vivimos. Se trata de llamar por teléfono a las demás personas de nuestra vida y, si es mediante videollamada, mucho mejor, porque podremos verlas además de oírlas. Ni qué decir tiene que lo ideal sería poder verlas físicamente.
  • Centrarnos en las personas con las que tratamos. Se trata de eliminar distracciones cuando interactuemos con los demás. "Olvidémonos de la multitarea y regalemos a los otros nuestra atención plena, manteniendo en lo posible el contacto visual, escuchando de corazón".
  • Abrazar la soledad. El primer paso para construir conexiones más fuertes con los demás es construir una conexión más fuerte con uno mismo. La soledad voluntaria nos ayuda a hacerlo porque nos permite inspeccionar nuestros sentimientos y pensamientos, explorar nuestra creatividad, conectar con la naturaleza. La meditación, la oración, el arte, la música y el tiempo que pasamos afuera pueden ser fuentes de placer y comodidad en solitario.
  • Ayudar y dejarnos ayudar. Servir a los otros, resultar útil para los otros, es una forma de conexión humana que nos recuerda que somos valiosos y que nuestra vida tiene un propósito. Dar y recibir refuerza nuestros vínculos sociales. Pequeños gestos como pasar a comprobar que un vecino esté bien, pedir opinión o consejo... incluso el simple hecho de sonreír a un desconocido a distancia, son cosas que nos hacen más fuertes.