Óscar de la Fuente, nominado a los Goya con 45 años como actor revelación: “Todo sucede cuando tiene que pasar”

  • El actor vallisoletano ha logrado con 'El buen patrón' su primera nominación en cine, tras más de 20 años trabajando en teatro

  • "Nunca me ha tocado la lotería, pero puede ser parecida la sensación", cuenta

  • Sobre su personaje en la película, confiesa: "Siempre he sido un poco reivindicativo ante las injusticias"

Óscar de la Fuente (Valladolid, 1976) aterrizó en el mundo de la interpretación de forma inesperada. Un amigo le invitó un día a ir a una clase de teatro. Allí encontró "un lugar de libertad", que hizo que se "quedara para siempre". Casi 26 años después, y tras más de medio centenar de obras de teatro y papeles secundarios en televisión y cine, su participación en El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, le ha dado su primera nominación a los Premios Goya, en la categoría de actor revelación.

"Yo creo que todo sucede cuando tiene que pasar. En cine, he hecho dos apariciones en películas, El Reino y El buen patrón, entonces, es una 'revelación' para mucha gente que no me conoce en el cine. No me importa, estoy encantado, no me siento ni fuera de lugar, ni creo que sea tarde. Me siento muy a gusto y muy agradecido", cuenta a NIUS a pocos días de los Premios Goya, que se celebran el 12 de febrero en el Palau de les Arts de Valencia.

Confiesa que no se ha llegado a plantear si puede ganar el premio. De hecho, no tiene preparado aún el discurso por si así fuera. Admite que no le gusta pensar en "lo que puede ser" y sí cree importante "disfrutar el aquí y el ahora". "Quiero disfrutar del viaje, de la fiesta del cine, del día 12 con toda la gente. No he estado nunca en una fiesta de los Goya, siempre lo he visto por la tele". Eso sí, reconoce, "estar allí nominado ya son nervios seguro".

La experiencia de más de dos décadas en teatro

Óscar de la Fuente empezó en el mundo de la interpretación con 19 años en su pueblo, Medina del Campo (Valladolid). Fue un amigo que hacía teatro quien le invitó a probar: "Nunca me lo había planteado. Fui un día sin saber muy bien a lo que iba, él nunca volvió a ir y yo me quedé para siempre. Allí encontré un lugar de libertad, de expresión y de comunicación, que quizá en los demás ámbitos de mi vida no tenía en aquel momento. Me hacía feliz".

A pesar de vivir en un pueblo de apenas 20.000 habitantes, en el "que no había acceso a muchas cosas" y sin tradición familiar en la interpretación, Óscar decidió apostar y se marchó a estudiar a la Escuela de Arte Dramático de Valladolid. "Empecé a trabajar con muchas compañías de Castilla y León, haciendo de todo, desde bodas, bautizos y comuniones a zancos, malabares de fuego, todo lo que se me ponía por delante", cuenta.

En 2007, decidió dar el salto a la capital y comenzó un curso en el Teatro de la Abadía de Madrid. Desde entonces, y durante más de dos décadas, no ha parado de formarse y trabajar en teatro. Más de 70 obras que ha compaginado con pequeños papeles en televisión en series como El Ministerio del Tiempo (2017)El Ministerio del TiempoLa vallaReyes de la noche , protagonizada por Javier Gutiérrez. "Me lo pasé muy bien grabando. Iba a haber segunda temporada pero, por vicisitudes de la vida, no se va a hacer, al igual que ha pasado con La valla", lamenta.

Sus más de dos décadas en teatro le han dado la seguridad y el aplomo necesarios para afrontar producciones en televisión y cine. "Como todo en la vida, la experiencia y la edad es lo que te aplaca y a mí me ha dado una calma que a lo mejor hace 20 años si tuviera que hacer una serie estaría de los nervios y ya sé", asegura.

Su gran oportunidad, en medio de una pandemia

Igual fue esa confianza en uno mismo que da la experiencia lo que, en medio de una pandemia, le dio la que, sin saberlo entonces, sería su gran oportunidad: El buen patrón. Era su segunda película con un papel importante, tras El Reino, de Rodrigo Sorogoyen (2018).

"En junio de 2020 me llamó Andrés Cuenca, ayudante de Luis San Narciso, director de casting de la película, para pedirme que grabara unas secuencias desde casa para El buen patrón, que iba a dirigir Fernando León de Aranoa. Yo me quedé un poco flipando, imagínate", relata.

De ahí, días después, a una prueba presencial con el director de la película que duró tres horas: "Fue maravilloso, me acuerdo mucho de cuando Fernando me dijo al final: ‘Perdona que es pandemia pero, ¿te puedo dar un abrazo?’".

Una pandemia que marcó, como sucedió con tantas otras películas rodadas durante los últimos meses, el rodaje: "Todo fue un poco extraño, complicado. Sobre todo, no poder acercarte, dar abrazos, y tener la comunicación que en otras circunstancias se hubiese dado".

Trabajar junto a Fernando León de Aranoa, confiesa, era para él "garantía de un buen trabajo a nivel personal". "Es alguien a quien admiro. Trabajar con él es una maravilla, es fantástico, era uno de mis directores preferidos, yo prácticamente nací actoralmente viendo sus películas", cuenta orgulloso.

El buen patrón narra la historia de Julio Blanco (interpretado por Javier Bardem), propietario de una empresa que fabrica balanzas industriales, y su lucha por que todo funcione a la perfección para que una comisión le otorgue un premio a la excelencia empresarial. El ego, la ironía y la ética se entremezclan en una comedia ante la que se han rendido tanto crítica como taquilla, con ya casi cuatro meses en cartelera.

Precisamente, la dirección y el guion, considera Óscar, han sido claves en el éxito de El buen patrón. "Fernando quiere contar algo muy honesto, con mucha coherencia, con mucho trabajo detrás. Lleva cinco o seis años trabajando solo en el guion. Ha estado mucho tiempo haciendo casting, ha buscado mucho quiénes son los personajes que ha escrito. Lo hace desde un cariño, hay un trabajo detrás que está muy pensado", afirma.

José, un personaje reflejo de "la alienación de la sociedad"

Óscar interpreta en la película a José, un padre de dos hijos que decide formar un piquete para denunciar su despido de la empresa, algo que será un obstáculo para lograr el tan ansiado premio. Para dar forma al personaje, cuenta Óscar, era muy importante "el diálogo con Fernando cada día" y, sobre todo, rodar "solo en el descampado".

"José pide ayuda cuando le despiden, siempre dice: ‘No nos mires, únete’, 'Los trabajadores, unidos, jamás serán vencidos', pero está solo. Es llamativa la hipocresía de cómo la gente, sus amigos, que han estado toda la vida trabajando con él, pasan de él", comenta.

Una situación, la de José, que viven muchas personas hoy en día. "Él es un reflejo de lo que pasa en la vida real. Tú vas por la calle y ves a alguien pidiendo y no quieres verlo, te pones los cascos. En tu trabajo, si a alguien le pasa algo, intentas que no te salpique. Creo que refleja muy bien la alienación de la sociedad en la que vivimos y cómo no queremos ver los problemas de los demás. Parece que somos una sociedad unida y es mentira, no lo estamos, seamos honestos", comenta.

De José, Óscar tiene su lado "reivindicativo". "Siempre lo he sido. Ante las injusticias que veía en clase, en el instituto. Si veo algo trabajando, que pueda ayudar... siempre he ido con el megáfono por delante y así me han dado a veces. Cuando he tenido que reivindicar me ha salpicado", reconoce.

En El buen patrón, Óscar comparte muchas escenas con Javier Bardem, también nominado en los Goya. Preguntado por cómo ha sido trabajar con uno de los actores españoles más reconocidos tanto a nivel nacional como internacional, lo tiene claro: "Al principio pensé que iba a ser guau, pero era un compañero más, que viene con su trabajo hecho. Humilde, haciendo bromas, como cualquier otro. Te hace sentir cómodo, muy a gusto. Trabajar con él es una maravilla", asegura.

Nominado en los Goya: "Nunca me ha tocado la lotería, pero puede ser parecida la sensación"

unca me ha tocado la lotería, pero puede ser parecida la sensación"El buen patrón -película elegida para representar a España en los Óscar, que finalmente no ha pasado el corte entre las cintas de habla no inglesa- es la más nominada de la historia de los Goya, con 20 candidaturas. Entre ellas está la del actor vallisoletano, de 45 años, que optará por primera vez en su carrera a un premio en cine, dentro de la categoría 'mejor actor revelación', algo que "no esperaba".

"El día en el que anuncian los nominados yo estaba en Madrid, acababa de hacerme una PCR para una sesión que tenía de una serie y flipé un poco. Mi chica estaba en la Academia del Cine trabajando y me lo dijo. Fue muy hermoso. A mí nunca me ha tocado la lotería, pero puede ser un poco parecida la sensación. Nos juntamos todos allí para celebrarlo", cuenta, días antes de conocer su nominación también a los Premios Unión de Actores, en esta ocasión, a mejor actor secundario.

Óscar comparte nominación en los Goya con Chechu Salgado (Las leyes de la frontera), Jorge Motos (Lucas) y Tarik Rmili, compañero de película. "He visto sus películas, me parecen unos trabajos fantásticos y estoy encantado de compartir este viaje con ellos", actores a los que no considera "rivales": "No los siento así y hablando con ellos tampoco, te sientes más como un equipo de viaje y, si viene el premio, me alegro por todos lados".

De momento, no ha percibido que la nominación le haya dado más oportunidades de trabajo, aunque sí más entrevistas, dice entre risas. ¿Y si lo gana? "No te asegura nunca nadie nada, es un premio, no viene con una letra pequeña que dice ‘esto te asegura que vas a estar trabajando durante 9 meses o 9 años'. Es más un reconocimiento de los compañeros y compañeras que un premio de trabajo", considera.

La serie 'La novia gitana', su próximo proyecto

Mientras tanto, Óscar disfruta del camino y de lo que esté por venir. Hasta hace dos semanas, le podíamos ver en Barcelona en el musical del Billy Elliot y ahora se encuentra grabando La novia gitana, de Paco Cabezas,La novia gitana, serie basada en la novela homónima de Carmen Mola.

En cuanto a su gran pasión, el teatro, confiesa haber pasado por una época dura con la pandemia: "Me cerraron de todo. Estaba actuando en el Teatro Lara en una función que estaba yendo muy bien y tuvo que parar. No ha sido fácil, he estado mucho tiempo sin currar. Hice una función en enero de 2021 para el Teatro Español (Nápoles Millonaria pero poco más, tirando de ahorros porque la película la grabé en 2020 y estamos en 2022, un año ya".

Su trabajo como actor lo compagina, en ocasiones, con su faceta como profesor en la escuela Juan Codina. En cualquier caso, no se plantea dedicarse a algo distinto "porque no sé hacer otra cosa". Entre sus otras pasiones está cocinar y, sobre todo, jugar con su hijo de cinco años. "Ahora mismo ese es mi hobby", admite con una sonrisa.

Al pensar en un futuro, confiesa, estaría encantado de trabajar tanto con directores nuevos como con los más consagrados. "Es que ahora mismo hay tanto donde me gustaría estar. Y están llegando muy buenas producciones. Ver a los Javis hacer lo que hacen, que es una auténtica maravilla, y ver a Pedro Almodóvar, a quién no le gustaría trabajar con él". Y para finalizar, le pregunto por su papel soñado: "Me encantaría hacer una película de aventuras, de superhéroes. Y a quién no".

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