Escandar Algeet: "Esta es la historia de un derrumbamiento, el infierno hecho paisaje"

Gema del Rey 19/10/2013 11:20

Me insinuó que el día de la entrevista llevaría ojeras y lo cumplió... Con sombrero negro, pantalones caídos y zapatillas más sucias que limpias Escandar Algeet, asegura que vino a Madrid "a comerse el mundo", lo cuenta a los pocos minutos de entablar conversación con él en una de esas cafeterías que lucen por Tirso de Molina (Madrid).

Estudió cine en una escuela de Ponferrada y puso todas sus ilusiones en el cine. Pero la vida le brindó la ocasión de conocer círculos de poetas en las noches de Madrid. "Quería aprender cosas nuevas. Entonces, me dediqué a crecer con toda esa gente", dice mientras le da un sorbo a su café. Durante todo ese periodo de tiempo reemplazó los planos generales del séptimo arte por primerísimos primeros planos de la poesía. Y sin pensarlo se lanza a editar la revista 'Pro-vocación'. (A la vez que compagina sujetar la bandeja con su mano para servir a los clientes que deciden tomarse algo por Malasaña).

Primeros versos poéticos

En año 2009 cuando se topa con un poemario editado por la editorial 'Ya lo dijo Casimiro Parker': 'Alas de mar y prosa' (libro que ya va por la quinta edición). Y es ahí cuando su sueño empieza a ser más palpable. Su editor apostó por él y consiguió encuadernar y enumerar su vida página a página. "Es un muestrario donde plasmo la vida de mi familia, de mis amigos, todos mis yoes y un remix de todo mi entorno". Como una "representación" a toda esa gente que no me conoce. Y no contento, quiso ponerle música. Con guitarra de fondo y su propia voz leyó sus versos que bautizó como "videopoemas". Una mezcla de melodía de guitarra con sentimientos a flor de piel entre calada y calada que tituló: 'Co-razones'.

Una estación en la que las nubes taparon a su amor

Y tras su primer libro llegó el segundo. Y el segundo venía acompañado por Sol: Ese nombre femenino de origen latino. La persona que le hizo llenar sus páginas en sus días y sus noches arropado por el título 'Un invierno sin Sol'. La historia de una joven estudiante que se marcha a Praga con el programa Erasmus y es ahí "en ese momento en el que al tener una relación a distancia se crea una grieta entre nosotros dos", explican sus ojos apagados. "Decidimos dejarlo". Dos palabras escuetas con las que concluye una historia de cuatro años y medio. Ella tiene 26 años recién cumplidos y él con sus 29 años está a punto de cambiar el dos por el tres. La conversación nos lleva a preguntarle si se considera un tipo melancólico. "A la hora de escribir si lo soy. Trabajo mucho con el dolor, la tristeza. Me gustan las cosas que causan melancolía. La melancolía me hace sentir, a secas. Y eso me gusta", sentencia con una mirada algo perdida.

"La crisis que tenemos no es económica es una crisis moral"

Pero no solo habla de amor durante este encuentro, Escandar tiene muy clara la visión de nuestro mundo y sin pensar demasiado, le brotan las palabras de su boca. "Se juzga las cosas por su valor económico" Y añade muy serio: "Vivimos en una sociedad materialista". Y esta crisis de la que se habla llama también a la puerta de la educación. "En las escuela te imponen a base de órdenes. Los niños solo acatan órdenes".

Y de ahí, los últimos sorbos con olor a granos tostados nos llevan a que hable un poquito de sus raíces. Y no lo puede evitar...

Palencia, ese rincón del que salió con diecisiete añitos

Al recordar su ciudad, Palencia, se le llena la boca de grandes recuerdos de su infancia pero también de oraciones contundentes: "Las ciudades de Castilla y León están condenadas a la emigración". "Me da un poco de pena pero tengo bastante adicción a esta ciudad (Madrid)", sonríe y sin querer se me escapa una mirada a su camisa abierta que deja ver una cadena de oro con una cruz diminuta. Y señala que uno de sus grandes pilares, que le hacen esbozar la mejor de sus sonrisas, son "mis amigos que me han enseñado, me han empujado, me han levantado, me han apoyado".

Sin duda, sentimientos a flor de piel al escuchar palabras que salen de dentro. Cursis o no (discutible para los lectores más reacios a una sobredosis de Romanticismo) pero reales. Y es que Algeet, en el único momento en el que piensa la respuesta varios segundos es, al preguntarle por un único término para definir la poesía lo deja claro. "Joder". Eso sí, recalca que en todas las vertientes que puede tener este concepto mientras se acerca a pedir la cuenta de las dos consumiciones.

Si quieres saber más sobre Escandar Algeet, aquí puedes ver su blog y su cuenta de blogTwitter

[]