Expertos opinan sobre el simple gesto de limpiar o no la lata antes de beber: "No se trata de crear alarma"

Un simple gesto antes de abrir cualquier lata puede evitar que estemos en contacto con múltiples bacterias y microorganismos
Las latas de bebida acumulan mucha suciedad puesto que, desde la fabricación hasta su consumo, pasan por muchas manos
El simple gesto de abrir una lata y beber directamente de ella es algo que la mayoría de personas hemos hecho alguna vez. Sin embargo, este acto casi instintivo cuando tenemos una en la mano puede ser menos inofensivo de lo que parece. Y no nos referimos a los daños en la salud bucodental que pueden ocasionar.
El problema es que la superficie de las latas pasa por múltiples manos, desde las fábricas, las cintas transportadoras y el reparto en camiones y furgonetas hasta los almacenes y las cámaras frigoríficas de los establecimientos. Por ello, los consumidores se exponen a la suciedad y los microorganismos.
De este modo, cuidar la higiene de dichos envases no es una mera cuestión de limpieza. Javier Clemente, ambientólogo y especialista en residuos, ha recogido en sus perfiles de redes sociales una prueba llevada a cabo por un investigador.
"No se trata de crear alarma"
Según detalla el influencer en el vídeo, el especialista realizó un análisis en profundidad para concretar si limpiar la superficie o no antes de beber tenía algún efecto real. Un experimento para el que analizó cuatro muestras distintas: una lata sin limpiar, otra frotada con ropa, una limpiada con una servilleta y otra desinfectada con alcohol.
Tras recoger las muestras, se realizó una siembra en placas Petri (recipientes redondos de vidrio o material plástico con una tapa de la misma forma, para que se pueda colocar encima y cerrar el recipiente aunque no de manera hermética) que fueron incubadas a 28 grados centígrados durante 24 horas.
Los resultados, explicó Javier Clemente, fueron sorprendentes: "Las latas sin limpiar o frotadas con ropa mostraron un crecimiento significativo de hongos y bacterias". Esto se debe probablemente a que la ropa, a pesar de que pueda resultar útil, no es lo suficientemente limpia ni está diseñada para eliminar los microorganismos. Al contrario, puede que transfiera suciedad adicional.
Sin embargo, las latas que fueron limpiadas con servilletas o con alcohol no presentaron rastro alguno de bacterias. "No se trata de crear alarma, sino de tener información para que la utilices de la mejor forma que consideres", subraya Clemente.
En la publicación, que suma miles de reproducciones y comentarios en Instagram y en TikTok, el ambientólogo añade: "Como extra, decirte que una de las ventajas de los envases metálicos es que son indefinidamente reciclables sin que pierdan sus propiedades. De hecho, lo que te voy a decir ahora te puede volar la cabeza. El 70% del aluminio producido hace 125 años aún sigue en uso gracias al reciclaje".
¿Qué hacer antes de consumir las latas?
Para evitar riesgos innecesarios, podemos adoptar una serie de prácticas recomendables al consumir bebidas en lata. La primera de ellas es olvidarse de la ropa, como indicábamos, y limpiar los recipientes con toallitas desinfectantes a base de alcohol. Se trata de un método rápido, fácil y efectivo.
En caso de no tener acceso a estos elementos desinfectantes, resulta aconsejable verter la bebida en un vaso o utilizar una pajita con el fin de minimizar el contacto directo con la lata.
Si compramos varias latas, también es recomendable lavarlas con agua, o mejor con agua y jabón, antes de guardarlas en el frigorífico. De este modo, eliminaremos las bacterias y la suciedad acumulada.
Por último, reiterar que las superficies pueden acumular desde polvo y grasa hasta fluidos de animales. Y consumir una bebida directamente de una lata que está contaminada puede exponernos a infecciones gastrointestinales e intoxicaciones.
