La coincidencia a la que se aferra el sevillismo: los cambios en el banquillo podrían acabar con un título

No es la mejor situación para el Sevilla. Otra temporada más que el equipo cuenta con tres entrenadores y además, en apenas unos meses. Quique Sánchez Flores ha sido el último en llegar para sustituir a un Diego Alonso que tan sólo ha podido ganar con el Sevilla en la Copa del Rey.

Un torneo ante el que tiene mucha confianza el técnico español. Según las palabras de Quique Sánchez Flores en su presentación, la Copa del Rey es la mejor manera de dar una alegría a los suyos en tan poco tiempo. Además, en caso de levantar el título tienes asegurada la participación en Europa.

"No creo en los atajos, pero el camino más corto al éxito en el Sevilla puede ser la Copa del Rey que los devuelva a Europa, donde aquí están acostumbrados a estar", dijo el entrenador del Sevilla en su presentación que cubrió íntegramente ElDesmarque

El sevillismo sueña con un nuevo título este año

El Sevilla ya está eliminado de la Champions League y fuera de toda competición europea. Además, en LaLiga EA Sports la cosa no va nada bien y el equipo está en el puesto 17 de la clasificación con 13 puntos, los mismos que el Celta, club que marca los puestos de descenso. Por ello, Quique Sánchez Flores sueña con la Copa. Y viendo el tuit de @viudoLopetegui, podría haber una cábala para lograrlo.

Como bien cuenta el aficionado en su publicación, la temporada pasada, el Sevilla logró el título de la Europa League con tres entrenadores. El primero de ellos, Julen Lopetegui, es vasco. El segundo, Sampoli, es sudamericano, mientras que el último en llegar, José Luis Mendilibar, es un técnico español sin redes sociales.

Viendo los tres entrenadores que ha tenido el Sevilla esta temporada, observamos que hay una coincidencia. El equipo comenzó con un técnico vasco, José Luis Mendilibar. Llegó para sustituirle Diego Alonso, entrenador sudamericano. Mientras que el último en llegar es un entrenador español sin redes sociales.

Esto ha provocado que, pese al enfado que tiene la afición sevillista, todavía sueñen con un título que no sólo arreglaría esta temporada, sino que mejoraría mucho la idea para la próxima campaña.

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