La vida de Sergio Rico dos años después de salir del hospital por el accidente con un caballo que le dejó en coma 26 días

La vida de Sergio Rico dos años después de salir del hospital por el accidente con un caballo que le dejó en coma 26 días
Dos años después de salir del hospital, Sergio Rico vive una nueva etapa en Qatar tras superar el accidente que casi le costó la vida. RRSS
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El próximo lunes 18 de agosto se cumplen exactamente dos años desde que Sergio Rico abandonó el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Atrás quedaban 82 días de ingreso, 26 de ellos en coma inducido, tras el brutal accidente que sufrió al recibir varias coces de un caballo durante la Romería del Rocío, el 28 de mayo de 2023. Lo que entonces parecía el final de una carrera, ha terminado siendo un renacer: hoy, el exportero del PSG defiende la portería del Al-Gharafa de Qatar y se prepara para su segunda temporada en activo tras una recuperación que rozó lo milagroso.

Aquel 18 de agosto de 2023, Rico salía del hospital flanqueado por su familia, con palabras de agradecimiento y emoción: “Estoy muy feliz. Me siento muy afortunado de estar aquí. Han sido semanas muy duras, pero nunca dejé de creer”. Quien tampoco dejó de creer fue su mujer, Alba Silva -con la que se casó en 2022-, que durante semanas informó del estado del portero y permaneció junto a él día y noche: “Me repetía que todo iba a salir bien, porque no podía permitirme pensar otra cosa”, confesó más tarde.

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Lo más impactante de su recuperación no fue solo su alta médica, sino la primera pregunta que hizo al despertar del coma: “¿Podré volver a jugar al fútbol?”, según él mismo reveló meses después en una entrevista con 'Marca' y 'Cadena SER'. Esa obsesión por volver a vestirse de corto se convirtió en el eje de su rehabilitación: “Mi único objetivo era volver a jugar, volver a sentirme portero. No sabía si iba a ser posible, pero quería luchar por ello".

Sergio Rico, con su esposa, Alba Silva
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Sergio Rico cambió Francia por Qatar, donde ha jugado al menos siete partidos oficiales

Tras reincorporarse al PSG como parte del vestuario pero sin minutos oficiales, Rico puso fin a su etapa en París el 30 de junio de 2024, tras cuatro temporadas marcadas por la suplencia y el infortunio. Apenas tres meses después, el 26 de septiembre, firmó como agente libre por el Al‑Gharafa de la liga catarí. Fue en octubre cuando se produjo su verdadero regreso a la competición: titular en un partido de la Champions Asiática ante el Al Ain, donde realizó varias paradas clave. “Me dormí a las seis de la mañana la noche antes del partido. Estaba nervioso como un juvenil. Cuando entré al campo, me puse a llorar por dentro. Fue un milagro”, declaró entonces en El Larguero.

Desde entonces ha disputado al menos siete partidos oficiales con el conjunto catarí. Pese a que su paso por la liga local ha sido limitado, su rol ha ido ganando peso como referente de experiencia.

El pasado 18 de julio, Rico publicó en redes un mensaje que resume su estado de ánimo actual: “¡Vamos a por otra temporada más! Contento de seguir formando parte de este proyecto, Al-Gharafa Sports Club. Mucha ilusión por lo que se viene”. Esa ilusión lo acompaña desde que despertó del coma, cuando ni los médicos se atrevían a garantizar su recuperación total.

El guardameta sevillano, todo un ejemplo de fe, coraje y costancia

Aunque su mente está en el presente, Rico no olvida sus raíces. En varias entrevistas ha manifestado su deseo de volver algún día al Sevilla FC, el club de su ciudad y donde se formó: “Defender esa portería es una de las cosas más bonitas que he hecho. Ojalá pueda regresar en el futuro”, señaló en 'AS' en febrero de este año.

A punto de cumplirse dos años desde que volvió a nacer, la historia de Sergio Rico ya no es solo la de un futbolista que superó un accidente casi mortal: es la de alguien que, con fe, coraje y constancia, volvió a encontrarse con aquello que más amaba. El fútbol, su familia, su vida.

En ese camino también llegó su hija Carla, fruto de su relación con Alba Silva. Ser padre, admite, le ha cambiado por completo: “La miro y me doy cuenta de que todo mereció la pena”, confesó en una entrevista reciente. El hombre que salió del hospital sin saber si volvería a practicar deporte de forma habitual, hoy vuelve a ser portero profesional… y también, simplemente, padre.