¿Cuánto cobra un gestor por hacer la declaración y cuánto cuesta que me hagan la Renta?

Una pareja con su asesor fiscal
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MadridLa campaña de la declaración del IRPF es, para millones de contribuyentes españoles, uno de los momentos y gestiones más temidas del año. Aunque la Agencia Tributaria facilita borradores y permite presentar la declaración de forma gratuita mediante su plataforma Renta Web, son muchos los ciudadanos que prefieren recurrir a profesionales para asegurarse de que el trámite se realiza correctamente, sobre todo si su situación fiscal no es sencilla. Pero ¿cuánto cuesta realmente encargarle esta tarea a un gestor? ¿En qué casos compensa hacerlo?

Una horquilla amplia según la complejidad

El precio por encargar la declaración de la Renta a un gestor o asesor fiscal puede oscilar entre los 50 y los 200 euros, dependiendo de varios factores. Según los datos recogidos por portales como Cronoshare, una declaración sencilla —por ejemplo, la de un trabajador por cuenta ajena con una sola fuente de ingresos y sin deducciones complejas— puede costar alrededor de 50 a 60 euros en una gestoría convencional.

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Por el contrario, si la declaración es más complicada, e incluye varios pagadores, inversiones bursátiles, alquileres, actividades económicas o rentas extranjeras, el precio puede elevarse fácilmente hasta los 90, 150 o incluso 200 euros. Así lo indican también los datos de comparadores, que fijan el rango medio de precios entre 65 y 200 euros dependiendo del perfil del declarante y el volumen de documentación a revisar.

¿Qué encarece el servicio?

Los honorarios de los gestores pueden verse afectado por una amplia variedad de posibilidades, que van más allá del número de ingresos a declarar. Entre ellos, algunos de los factores que más impacto tienen en el precio son:

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  • Ubicación geográfica: En ciudades como Madrid o Barcelona los precios pueden ser hasta un 20-30% más altos que en municipios pequeños.
  • Prestigio del despacho: Un despacho especializado o con asesores fiscales colegiados puede tener tarifas más altas que una gestoría generalista.
  • Urgencia: Presentar la declaración en los últimos días de la campaña puede conllevar un recargo o tarifa especial por gestión exprés.
  • Servicios adicionales: Algunos despachos ofrecen también revisión de borradores, simulaciones fiscales, planificación para el siguiente ejercicio o incluso representación ante Hacienda en caso de inspección, lo que encarece el presupuesto final.
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¿Cuándo merece la pena contratar un gestor?

No todos los contribuyentes necesitan acudir a un profesional. De hecho, la Agencia Tributaria ofrece asistencia gratuita para una buena parte de los perfiles fiscales más habituales, y en 2024 ha vuelto a habilitar su plan “Le llamamos”, por el cual un técnico de Hacienda puede ayudarte por teléfono a confeccionar tu declaración.

Sin embargo, la decisión de contratar a un gestor puede ser una inversión razonable cuando existen complicaciones que requieren de un conocimiento más profundo de la normativa para la realización de la declaración de la renta pertinente. Por ejemplo, si existen ingresos por alquileres y es necesario aplicar amortizaciones o gastos deducibles. También es recomendable cuando se han vendido acciones, fondos o criptomonedas y se quiere tributar bien las plusvalías. 

Cuando se han realizado aportaciones a planes de pensiones o tienes derecho a deducciones autonómicas que no aparecen automáticamente en tu borrador también sería recomendable. Finalmente, y como no podía ser de otra forma, si eres autónomo y quieres presentar el IRPF junto con tu contabilidad trimestral, también es mejor contar con la ayuda de profesionales.

El error común: pensar que el borrador siempre está bien

Uno de los motivos por los que cada año miles de contribuyentes recurren a un profesional es la creciente complejidad de las deducciones estatales y autonómicas. Como alertan desde la OCU, dar por bueno el borrador sin comprobarlo puede salir caro: “El borrador puede no incluir todos los datos relevantes, especialmente si tienes hipoteca, hijos, planes de pensiones o si has realizado alguna operación financiera”, recuerdan desde la organización de consumidores.

Un buen asesor, además de ayudarte a evitar errores o sanciones, puede detectar oportunidades de ahorro que el contribuyente medio no suele identificar. A menudo, el coste del gestor se compensa con creces por la devolución obtenida o la menor cuota a ingresar.

¿Cómo elegir gestor o asesor fiscal?

Si se decide delegar la elaboración de tu declaración, conviene elegir a un profesional colegiado o una gestoría con experiencia contrastada. Para ello, es recomendable pedir presupuesto cerrado antes de entregar tu documentación, comparar entre al menos tres despachos o asesorías, asegurarse de que ofrecen un justificante o copia firmada de la declaración presentada, y ser conscientes de su política de responsabilidad en caso de errores o requerimientos por parte de Hacienda.

También existen plataformas digitales como TaxScouts, Declarando o TuAppAbogada que permiten hacer la declaración con asesoramiento experto desde casa, con precios que suelen partir de los 35-40 euros para declaraciones básicas.

Con todo esto, lo que debe quedarnos claro es que encargar la declaración de la Renta a un gestor cuesta, de media, entre 50 y 150 euros, aunque puede superar los 200 en casos complejos. Más allá del precio, lo importante es valorar la relación coste-beneficio: un buen profesional puede ayudarte a evitar errores, optimizar tus impuestos y darte tranquilidad frente a una normativa cada vez más exigente. No se trata solo de cumplir con Hacienda, sino de hacerlo bien.