Las clases de inglés se pueden desgravar en la declaración de la renta, según la Agencia Tributaria

Clases de inglés
Te explicamos cómo hacerlo
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Con la campaña de la Renta 2024-2025, muchos contribuyentes se enfrentan a la ya habitual duda de qué conceptos pueden deducirse y cuáles no. Maximizar las deducciones disponibles puede suponer un importante alivio económico, especialmente para aquellos que temen que la liquidación final les obligue a pagar a Hacienda.

Entre esas deducciones poco conocidas destaca una que desconoce mucha gente: las clases de inglés se pueden desgravar en determinadas circunstancias.

La posibilidad de deducir los gastos en formación de idiomas, como el inglés, puede marcar la diferencia en el resultado de la declaración. Este beneficio, contemplado en la normativa tributaria, abre la puerta a optimizar el IRPF tanto para trabajadores autónomos como para asalariados, siempre que se cumplan ciertos requisitos específicos establecidos por la Agencia Tributaria.

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Qué dice la Agencia Tributaria sobre la deducción de clases de inglés

Según la Agencia Tributaria, los trabajadores por cuenta propia que tributan en estimación directa pueden deducirse los gastos de formación relacionados directamente con su actividad económica.

En concreto, el artículo 30.1.f) de la Ley 35/2006 establece que son deducibles “los gastos derivados de la formación profesional, perfeccionamiento, reciclaje y actualización del empresario o del profesional y de los trabajadores al servicio de la empresa”, siempre que sean necesarios para el correcto desarrollo de la actividad.

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Esto significa que un autónomo que necesite mejorar su nivel de inglés para atender a clientes internacionales, negociar con proveedores extranjeros o actualizar sus conocimientos técnicos puede incluir estos gastos en su declaración.

La clave está en justificar la necesidad de la formación para la actividad que desarrolla, algo que se acredita mediante la presentación de la factura correspondiente, los justificantes de pago y el programa formativo.

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Cómo incluir los gastos en la declaración de la Renta

En el caso de los autónomos, el importe de las clases de inglés debe reflejarse en la casilla 021 de la declaración, bajo el epígrafe “Gastos de formación y perfeccionamiento” dentro de los Rendimientos de Actividades Económicas. Este gasto, debidamente justificado, ayuda a reducir la base imponible, contribuyendo así a reducir los gastos mensuales asociados al pago de impuestos.

Es importante asegurarse de que las facturas estén correctamente emitidas y que el centro formativo ofrezca un programa que se pueda vincular a la actividad profesional. Una mala documentación puede provocar la denegación de la deducción durante una posible revisión de la declaración.

Deducciones autonómicas para trabajadores por cuenta ajena

No solo los autónomos pueden beneficiarse de las ventajas fiscales asociadas a la formación en idiomas. Algunas comunidades autónomas ofrecen deducciones específicas para los trabajadores por cuenta ajena, especialmente en lo que respecta a los gastos de enseñanza de idiomas de sus hijos. Estas deducciones varían según la región y están sujetas a ciertos límites y condiciones.

Por ejemplo, en Andalucía se permite deducir un 15 % de los gastos de enseñanza de idiomas, con un límite de 150 euros anuales por cada descendiente. En la Comunidad de Madrid, la deducción alcanza el 10 % con un máximo de 400 euros por hijo. Otras comunidades, como Aragón, Murcia, Asturias o la Comunidad Valenciana, disponen de incentivos similares para apoyar el aprendizaje de idiomas en edad escolar.

Documentación necesaria para aplicar las deducciones

Para poder aplicar estas deducciones, es imprescindible contar con toda la documentación que justifique el gasto: factura del centro de idiomas, justificante de la matrícula y, en algunos casos, un certificado de aprovechamiento que demuestre la asistencia y participación en el curso.

Todo este proceso debe reflejarse correctamente en el Anexo B1 del Modelo 100, correspondiente a las deducciones autonómicas. Un correcto cumplimiento de los requisitos documentales garantiza que puedas beneficiarte del ahorro fiscal sin complicaciones posteriores.

Otros gastos deducibles que pueden optimizar tu declaración

Además de las clases de inglés, existen otras deducciones estatales y autonómicas que conviene revisar para aprovechar al máximo los beneficios fiscales. Entre ellas se encuentran las deducciones por inversión en vivienda habitual adquirida antes de 2013, el alquiler de vivienda para contratos anteriores a 2015 o las obras de eficiencia energética certificadas.

También pueden deducirse las aportaciones a planes de pensiones, donaciones a ONGs o fundaciones, gastos asociados a familia numerosa y, en algunas comunidades, las inversiones en la compra de vehículos eléctricos. Aprovechar todas estas posibilidades puede suponer una notable reducción en el resultado de tu declaración, por lo que es recomendable hacer un repaso detallado o consultar a un asesor.

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