Bruselas abrirá la mano al control del déficit por el coronavirus

  • Los gobiernos tendrán cierto margen con las cuentas mientras justifiquen que el gasto extraordinario es consecuencia de la crisis

Caras serias, semblantes que no se recordaban en Bruselas desde lo peor de la crisis financiera hace casi una década. El Ejecutivo europeo intentó este viernes sacar la cabeza a la superficie para de una vez coordinar a los gobiernos nacionales en la respuesta a un virus que ya afecta a todo el continente. Bruselas lo tiene difícil porque la política sanitaria es de competencia nacional y porque cualquier gran movimiento de dinero no es de su competencia sino del Banco Central Europeo y de los gobiernos.

En cuanto a las medidas de contención, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, dijo que se trata de "ralentizar la vida pública, debería dar tiempo y espacio a los médicos para hacer frente a la propagación del virus. Hay que entender que no es posible detener el virus pero es posible y crucial frenar su propagación”. La jefa del Ejecutivo europeo repitió uno de los consejos de la Organización Mundial de la Salud: "la prohibición general de viajar no es la medida más efectiva”.

Después de que el BCE presionara ayer a los gobiernos para que ayuden con medidas de política fiscal, Von der Leyen dijo que su equipo está preparado "para hacer más si la situación evoluciona, haremos lo que sea necesario para apoyar a los europeos y a la economía europea".

Manga ancha con el déficit y las ayudas de Estado

Esa frase se traduce en medidas concretas. Bruselas abrirá la mano en el seguimiento del Pacto de Estabilidad. Es decir, los gobiernos tendrán cierto margen con el déficit mientras justifiquen que el gasto extraordinario es consecuencia de la crisis. También habrá relajación de las normas de ayudas de Estado. Lo mínimo indispensable en medio de una pandemia en la que los gobiernos iban a hacer oídos sordos a cualquier cumplimiento estricto de las normas.

Bruselas está preparada para usar una cláusula del Pacto de Estabilidad que no se ha usado nunca y que permite suspender el ajuste fiscal en caso de choque económico severo para la Eurozona o para el conjunto de la UE. Von Der Leyen también dijo que el fondo europeo contra el coronavirus tendrá 37.000 millones de euros, pero a la Comisión le falta especificar de dónde saldrá un dinero que probablemente venga en su mayoría de desviar fondos de cohesión.

Bruselas quiere mostrar su apoyo total a Italia después de que en los últimos días se difundiera la llegada de material chino. Von Der Leyen dijo esta mañana: "Estamos absolutamente preparados para ayudar a Italia en lo que sea necesario. El país ha sido duramente golpeado por el virus. Así que apoyaremos con todo lo necesario. Cualquier cosa que necesite Italia tendrá nuestra respuesta”.

“Los Estados miembros deben sentirse tranquilos para tomar cualquier medida que necesiten para apoyar sus economías”, ha reiterado Von Der Leyen. Para eso, la Comisión "dará el máximo de flexibilidad en ayudas de Estado y reglas fiscales". Ya hay un caso concreto.

Bruselas aprobó el primer plan nacional para compensar con dinero público la cancelación de eventos. Lo envió el miércoles el Gobierno danés. En circunstancias normales podría haber sido considerado ilegal por violar la normativa de ayudas de Estado. Planes similares podrían usarse para aprobar moratorias a pagos de impuestos o hipotecas.

La comisaria de Competencia y responsable de las ayudas de Estado, la danesa Margrete Vestager, explicó que en los próximos días y semanas esperan "muchas peticiones que deben aprobarse rápidamente". Vestager añadió que las reglas permiten a los gobiernos acudir de urgencia en ayuda de los bancos para que tengan la liquidez necesaria para atender a sus clientes”. El BCE también aprobó ayer líneas de crédito muy baratas para los bancos.

No a las medidas unilaterales

Von Der Leyen también criticó este mediodía "a los Estados miembros que toman decisiones unilaterales” (la prohibición francesa y alemana de exportar material sanitario) y anunció que Berlín y París estarían ahora dispuestos a eliminar esas prohibiciones.

Valdis Dombrovskis, vicepresidente y comisario de Economía, intentó hacer balance de la situación actual: “Nuestras economías son fundamentalmente sólidas y lo suficientemente robustas para soportar un shock temporal. Tenemos a nuestra disposición todas las herramientas que necesitamos. Las usaremos todas sin dudas según evolucione la situación”.

Dombrovskis también dijo que su objetivo es "que todas las empresas, grandes o pequeñas, tengan la liquidez suficiente para soportar el shock. Y que se protejan los empleos e ingresos de los trabajadores afectados”.

Ideas alternativas

Una red de economistas publicó este viernes un artículo en el que describía lo que considera que podría ayudar a establecer una red de seguridad económica. Los gobiernos europeos deberían usar el Banco Central Europeo y el fondo de rescates (Mede, con unos 400.000 millones de euros disponibles) para evitar ataques especulativos contra la zona euro y para ofrecer préstamos sin intereses a los sistemas nacionales de seguridad social.

Hay más ideas. El economista alemán Christian Odendahl, jefe economista del Centre for European Reform, cree que los gobiernos deberían ingresar en los próximos días a cada ciudadano europeo 500 euros para asegurarse de que todo el mundo tenga lo esencial para las próximas semanas”.

Un Eurogrupo crucial el lunes

La prueba de fuego llegará el lunes con la celebración de un Eurogrupo en el que el gran debate estará entre quienes quieren que la UE ponga ya en marcha un plan de estímulo potente o los que quieren seguir con medidas sectoriales y limitadas para no hacer descarrillar las cuentas públicas. La crisis de 2008 dejó una lección: las medidas tímidas fueron insuficientes y las deudas no se estabilizaron hasta que el BCE sacó toda la artillería y calmó a unos mercados que empezaban a hacer sangre con los bonos italianos y españoles.

El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, dijo este viernes que los Estados miembros con deudas elevadas deberían tener flexibilidad para tomar las medidas fiscales necesarias y contar con apoyo europeo”. Berlín podría estar a punto de aceptar a un estímulo europeo.