¿Eres autónomo? Toma nota de cómo deducirte los gastos en combustible

  • Deducirse gastos en combustible se vuelve más importante que nunca en un contexto de precios elevados

  • Existen reglas distintas en el caso del IVA y en el del IRPF: transportistas o agentes comerciales cuentan con más 'ventajas' por su tipo de actividad

  • Debes acumular medios de prueba (facturas, registro de citas con clientes...) para justificar la relación entre el consumo y tu actividad profesional

Preguntarse cómo puede deducirse un autónomo los gastos de gasolina cobra más sentido que nunca en un escenario en el que el precio del combustible ha alcanzado techos muy elevados. Lo cierto es que, como ocurre con cualquier otro gasto relacionado con la actividad de los profesionales de este tipo, es posible deducirse facturas relacionadas con esta partida, aunque bajo ciertos límites y condiciones. Seguir al pie de la letra las reglas de Hacienda es importante de cara a evitar sanciones e inspecciones. Toma nota de cómo pueden deducirse los autónomos los gastos de combustible.

Cómo pueden deducirse los autónomos los gastos en combustible

Lo primero que debemos saber es que no todas las actividades profesionales dan derecho a deducir los gastos por gasolina. En general, esto será posible cuando el tipo de actividad requiera desplazamientos o viajes relativamente frecuentes. Lo mejor es consultar a Hacienda si, en nuestro caso particular -la casuística es muy extensa- podemos acogernos a esta posibilidad.

Además, recuerda que debes poder justificar el gasto mediante recibos o facturas, y que ese gasto deberá constar en tu contabilidad, en caso de que tu actividad requiera mantener este tipo de seguimiento.

Si superas este primer filtro, tocará asegurarte de que puedes demostrar la relación entre ese gasto y tu actividad. Esta máxima se aplica, en general, a cualquier factura que tratemos de deducirnos. El problema surge cuando usamos el mismo vehículo para actividades profesionales y personales.

En este sentido, existen ciertas reglas que estandarizan la suma que puede deducirse un autónomo. En el caso del IVA, lo habitual es que puedas deducirte el 50 por ciento de este impuesto. Sin embargo, si te dedicas específicamente al transporte, a la actividad comercial o a la vigilancia, entre otros, y tu vehículo está vinculado exclusivamente a tu actividad profesional, podrás llegar a deducirte el cien por cien de este tributo.

Para evitar problemas y ser capaz de justificar siempre la relación entre gasto y actividad, una buena idea es mantener un registro de los trayectos y viajes que hayas realizado, indicando el cliente y el motivo. Incluso puedes crear órdenes de visita firmadas y selladas por tus clientes, o guardar los emails en los que se concreten visitas, tal y como explica Infoautónomos.

En el caso de la posibilidad de deducir tu gasto en combustible en el IRPF, solo podrás deducirte el gasto en gasolina (en este caso, íntegramente) cuando te dediques a determinadas actividades: en concreto, transporte de viajeros (taxistas, transporte escolar, etc.), transporte de mercancías, enseñanza a conductores o agentes comerciales colegiados. En el resto de casos, no podrás deducirte estas facturas. Se trata, por tanto, de una regla más sencilla pero más restrictiva que la anterior.

Por último, recuerda que debes guardar toda la información relacionada con el pago de impuestos durante varios años para asegurarte de que, en caso de inspección, puedas responder de forma rápida y eficaz, evitando un conflicto mayor con Hacienda. Como mínimo, almacena de forma ordenada estos documentos durante un plazo de cuatro ejercicios.