Hay un día y una hora de la semana en que sale más barato hacer la compra en el supermercado

Ahorrar en la cesta de la compra se ha convertido para casi todo el mundo en una prioridad. En tiempos donde los sueldos apenas alcanzan para cubrir los gastos básicos o pagar el alquiler o la hipoteca, encontrar maneras de pagar un poco menos se convierte en una auténtica necesidad.  

Aunque elegir cadenas de supermercados más económicas puede ayudar, muchas veces no resulta práctico debido a la distancia o al tiempo que supone desplazarse. Por eso, la clave para gastar menos no siempre está en dónde compras, sino en cuándo lo haces. 

Elegir el momento adecuado para ir al supermercado puede marcar la diferencia en el total del ticket. Según los expertos, el mejor día para llenar la despensa sin comprometer tanto el bolsillo es el miércoles. Este día ofrece oportunidades que no se dan el resto de la semana, gracias a más promociones exclusivas, productos más frescos y menos afluencia de clientes, lo que permite comprar más tranquilo y, lo más importante, más barato. 

Por qué el miércoles es el mejor día para comprar

Muchos consumidores desconocen que el miércoles es el mejor día para realizar la compra, pero ¿por qué? Este día coincide con la mayor reposición de productos frescos en las estanterías, lo que se traduce en más opciones de calidad y a un precio más asequible.  

Además, muchas cadenas lanzan nuevas promociones a mitad de semana, buscando atraer clientes durante los días de menor movimiento. Esto convierte al miércoles en una jornada ideal para encontrar frutas, verduras, pan, huevos, carne y pescado con precios más competitivos. 

El ambiente también juega a favor del comprador. Al haber menos personas que durante los fines de semana, es más fácil encontrar los productos rebajados antes de que se agoten, especialmente en las primeras horas del día. Comprar en calma y sin aglomeraciones no solo resulta más agradable, sino que también ayuda a planificar mejor las compras y evitar gastos innecesarios. 

Otras oportunidades para ahorrar durante la semana 

Aunque el miércoles es el mejor día para realizar la compra, no es la única jornada en la que es posible encontrar buenas ofertas. Por ejemplo, los jueves muchas cadenas aprovechan para liquidar productos cercanos a su fecha de caducidad o consumo preferente. Esto se refleja en descuentos importantes en panadería, alimentos refrigerados o preparados, buscando liberar espacio para las nuevas existencias antes del fin de semana. 

Por otro lado, el sábado por la tarde también puede ser un buen momento para quienes buscan productos frescos a precios más bajos. Hay supermercados que prefieren aplicar descuentos significativos en carnes, pescados y otros perecederos antes de cerrar, ya que no abren los domingos. De este modo, evitan pérdidas y los clientes se benefician de precios reducidos para artículos de calidad que de otro modo quedarían sin vender. 

La importancia de planificar para gastar menos 

Además de elegir bien el día, planificar las compras es fundamental para aprovechar las mejores oportunidades. Hacer una lista antes de salir de casa ayuda a centrarse en lo necesario y evitar compras impulsivas que incrementan el gasto final. También es recomendable consultar los folletos semanales que publican los supermercados, donde se detallan las promociones vigentes y los descuentos por tiempo limitado. 

Otro consejo útil para pagar menos en la compra es optar por las marcas blancas, que suelen tener una calidad más que aceptable y un precio mucho más bajo que las marcas tradicionales.  

Comprar a granel en productos como legumbres, arroz o frutos secos también resulta ventajoso, ya que reduce el coste por unidad y se evita pagar por envases innecesarios. Y, por supuesto, elegir horas de menor afluencia no solo hace más cómoda la experiencia, sino que facilita encontrar las ofertas antes de que otros clientes las aprovechen. 

Elegir el día correcto para hacer la compra puede parecer un detalle menor, pero a la larga se convierte en un gesto que ayuda a cerrar el mes con un poco más de desahogo.