Señales de alerta que debes identificar si eres usuario frecuente de los microcréditos
Hay que saber identificar las señales de riesgo que pueden convertir una solución temporal en una espiral insostenible
¿Es normal vivir endeudado? Cómo detectar si estás “normalizando” esta situación y cómo solucionarlo
En un momento en que los microcréditos parece que se estén consolidando como una de las vías más rápidas y accesibles para conseguir liquidez, sobre todo en el caso de aquellos consumidores sin acceso a financiación tradicional, conviene ser conscientes de sus riesgos y, de paso, saber identificar las señales de riesgo que pueden convertir una solución temporal en una espiral insostenible. Por suerte hay una serie de señales e indicadores muy concretos y medibles que nos pueden ayudar a darnos cuenta de ello.
Interés TAE medio disparado para créditos de 30 días
Según el VI Barómetro de minicréditos de ASUFIN (junio de 2025), la TAE media de un minicrédito a 30 días ha crecido un 138 % en un año, situándose en el 3.417,4 % en 2025, frente al 3.278,6 % registrado en 2024. Desde la pandemia, las tasas no han caído por debajo del 3.000 % TAE en ningún ejercicio posterior. Esta cifra se traduce, por ejemplo, en 103,42 € de intereses por pedir 300 € a devolver en 30 días.
Cuando hablamos de microcréditos a 30 días, el problema es similar, pero peor. El minicrédito a devolver en 60 días se sitúa en una TAE media del 1.492,60%, un 213% más que el año pasado. O lo que es lo mismo, por pedir 300 euros a 60 días se cobra de media 141,20 euros. Y si nos fijamos en los micréditos concedidos a 7 días, la cosa sigue empeorando, con TAE más elevados. Según ASUFIN, las TAE alcanzan cifras de cinco dígitos, llegando a los 45.450 %. Estas cifras son el anuncio de que un pequeño problema de financiación se puede convertir en un escollo imposible de esquivar en muy poco tiempo, si tiramos de microcréditos.
Y es que, esta misma investigación de ASUFIN advierte que muchos prestatarios, al no poder hacer frente a las devoluciones inmediatas, recurren sistemáticamente a refinanciaciones consecutivas. Esto tiende a amplificar el coste total y prolongar indefinidamente la deuda, sin que existe el menor atisbo de una capacidad efectiva de cierre.
Entidades no reguladas y prácticas agresivas
Estos problemas además se acentúan con el crecimiento de plataformas no reguladas que ofrecen minicréditos a corto plazo, con el objetivo de enganchar a personas vulnerables y lograr que entren en un ciclo de endeudamiento sucesivo del que sacan mucho partido. Según los expertos, muchas de estas plataformas “buscan que los deudores entren en el bucle de necesitar nuevos mini créditos para pagar los anteriores.” Y cuando no se puede afrontar el pago, las reclamaciones suelen ser agresivas e insistentes, además de no cumplir con la reglamentación en muchas ocasiones (por ejemplo cruzando datos de forma ilegal para acosar a familiares de los deudores).
Además, estas empresas están reduciendo los plazos de pago ofrecidos: los máximos bajan de 19 a 15 días, y los mínimos de 47 a 40 días, con importes que oscilan entre 80 y 900 €. Esto provoca una presión constante sobre el prestatario, obligándole a devolver en corto tiempo préstamos recurrentes con un alto TAE. Además, las diferencias entre cada una de las empresas que ofrecen estos servicios pueden ser drásticas: por ejemplo, para préstamos de 300 €, se han detectado TAE que varían desde 2.229,8 % hasta 8.326,0 %.
Señales de alerta a las que prestar atención
- TAE muy altas para créditos comunes: si un préstamo a 30 días sobrepasa el 3.000 %, ya estás en torno a la media de mercado para productos informales.
- TAE de cinco dígitos en plazos de 7 días: atención, porque implica costes usurarios que pueden multiplicarse con impagos o demoras.
- Necesidad habitual de refinanciar: cuando cierras una deuda con otra, solo prolongas la exposición y elevas el coste global.
- Operadores sin regulación visible o sin control del Banco de España: suelen operar con opacidad y prácticas poco éticas.
- Plazos cada vez más breves y condicionales: te empujan a renovaciones constantes y dependencias fiscales.
Qué puedes hacer si eres usuario frecuente
Consulta tu informe de riesgos (CIR) del Banco de España para conocer tu exposición real. Además, evita refinanciar siempre que sea posible. En el caso de que consideres pedir un crédito sucesivo para pagar el anterior, evalúa otras alternativas financieras antes de tomar la decisión. Es importante comparar condiciones entre operadores, evitando así aquellos que tengan comisiones disparadas, intereses abusivos o plazos casi imposibles de afrontar.
En caso de no poder afrontar los pagos, busca asesoramiento independiente de organizaciones como ASUFIN o servicios especializados en sobreendeudamiento.
Utilizar microcréditos de forma ocasión puede resultar una herramienta útil, pero cuando se convierten en una alternativa recurrente con condiciones de contratación demasiado elevadas, como interés TAE por encima del 3.000 %, plazos agobiantes o refinanciaciones constantes, la situación financiera se vuelve vulnerable. Identificar estas señales a tiempo, actuar con información clara y buscar vías alternativas es clave para evitar una espiral de sobreendeudamiento.