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Neobancos: funcionamiento, rentabilidad, seguridad y qué los diferencia de los bancos tradicionales

Operando en un neobanco. Pixabay
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En una era nuestros teléfonos móviles se han convertido en toda una extensión de nuestra cartera, los neobancos, que son entidades financieras totalmente digitales, se han hecho hueco en el ecosistema bancario europeo. Se trata de entidades que no cuentan de oficinas físicas, pero aún así tienen miles de usuarios, y prometen rentabilidad, agilidad y bajas comisiones. ¿Pero son realmente una alternativa segura y rentable frente a la banca tradicional? ¿Qué diferencias clave marcan la frontera entre unos y otros?

De esta forma, lo primero que hay que saber es que los neobancos son entidades que operan exclusivamente online. Esto les permite reducir drásticamente los costes operativos asociados a las sucursales físicas, ofreciendo así servicios bancarios con condiciones más competitivas. Por tanto, permiten abrir cuentas, realizar pagos, recibir transferencias o gestionar tarjetas desde una app en cuestión de minutos. Muchos de ellos, como Revolut o N26, operan bajo licencias bancarias europeas, lo que les permite ofrecer productos regulados y estar cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos europeo hasta 100.000€.

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Rentabilidad y condiciones atractivas

Una de las bazas más fuertes de los neobancos es la rentabilidad de sus productos estrella: las cuentas remuneradas. Por ejemplo, Revolut lanzó en marzo de 2025 en España su primera cuenta nómina con un interés del 2,25% TAE durante un año, superando con creces a la media de los depósitos tradicionales.

En julio, Trade Republic redobló la apuesta con una cuenta al 2% TAE, Bizum integrado y devolución del 1 % en compras, todo ello también con garantía hasta 100.000€.

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Seguridad: ¿son fiables?

Pese a operar sin oficinas, los neobancos no están exentos de supervisión. Algunos ya tienen licencia bancaria propia, lo que los coloca bajo la tutela del Banco de España y la CNMV, tal como se recoge en su ficha oficial.

En cuanto a la ciberseguridad, un estudio de la Universidad de Saarland detectó vulnerabilidades potenciales en apps de entidades como Revolut o Monzo, lo que subraya la necesidad de una revisión constante de los sistemas de autenticación y encriptación. Aun así, la mayoría de estas plataformas utilizan tecnologías como la verificación en dos pasos, biometría o tarjetas virtuales temporales para garantizar la seguridad de los usuarios.

Qué limitaciones tienen

Sin oficinas físicas, los neobancos presentan desventajas para ciertos perfiles de cliente. Por ejemplo, el ingreso de efectivo puede resultar complejo o directamente inviable, salvo mediante cajeros de terceros. Además, su catálogo de productos puede ser más limitado: hipotecas, seguros o asesoramiento personalizado no siempre están disponibles.

También existen diferencias entre operar con un neobanco que sí tiene licencia propia (como MyInvestor o N26 Bank) y aquellos que funcionan como EMIs (Instituciones de Dinero Electrónico), que deben asociarse con un banco con licencia para ofrecer ciertos servicios. Esta distinción es clave si se busca una protección legal completa del dinero depositado.

Lejos de declararse enemigos, muchos neobancos y bancos tradicionales han optado por colaborar. Según un informe de Funcas, el futuro será híbrido: la banca tradicional ha aprendido a digitalizarse, mientras que los neobancos buscan escalar apoyándose en la solidez institucional de los grandes grupos financieros. Esta tendencia ha dado lugar a fenómenos como los “bancos invisibles” o banking-as-a-service, donde entidades digitales ofrecen servicios financieros bajo marca blanca para otras empresas.