La nueva regulación de la UE que amenaza con disparar el precio de los combustibles por encima de los dos euros
Un nuevo sistema de pagos por derechos de emisión obligará a las empresas a repercutir los costes directamente a los usuarios finales
El precio de la gasolina se multiplica: los motivos detrás de este incremento y cuánto subirá a partir de ahora
Bruselas avanza a pasos agigantados en su lucha contra las emisiones contaminantes que están detrás del cambio climático. En el horizonte regulatorio comunitario surge el nuevo sistema ETS2 cuya entrada en vigor está prevista para 2027 y que supondrá un encarecimiento de los combustibles y la energía que afectará directamente a todos los ciudadanos al elevar hasta los 40 céntimos los precios en los surtidores y el gas para las calefacciones.
La Unión Europea se enfrenta a un complicado futuro en su apuesta por un aire más limpio y una movilidad más ecológica. Los expertos quieren que para las empresas, la adaptación al cambio climático ya no sea una opción, sino una necesidad.
Un nuevo sistema de pagos por emisión que afectará a los conductores
El cambio previsto supondrá que, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad, el sistema ya no otorgará un cupo de derechos de emisión gratuitos y a partir de 2027 todos los certificados se subastarán. Esto significa que el coste de las emisiones se transferirá directamente al mercado y, en última instancia, podría afectar a los precios de los combustibles y la energía", como explica la plataforma polaca Green Reporting.
Los ambiciosos horizontes de la UE, no parecen convencer a muchos países comunitarios y a empresas del sector. La guerra comercial puesta en marcha por la Administración Trump y su negativa a seguir aplicando regulaciones medioambientales contra el cambio climático están presionando para que se retrasen los plazos para el fin de los combustibles fósiles.
En España, José Rodríguez de Arellano, fundador y consejero delegado de Plenergy, una red de gasolineras baratas, afirmaba recientemente en El País que "no ve el fin de los combustibles fósiles". Una opinión compartida por los fondos de inversión que se han hecho con el 80 por ciento del capital de su empresa porque, asegura, ellos "tienen más claro lo que va a pasar en el mundo de 2030 que cualquiera, porque reciben información de miles de empresas".
Y no parecen equivocarse a tenor de lo que está ocurriendo en el seno de la Unión Europea donde un grupo de países liderados por Polonia y Hungría están presionando a la Comisión Europea para que relaje las regulaciones contra los combustible fósiles y mantenga la producción de vehículos con motor térmico.
Impacto entre 20 y 40 céntimos de euro por litro
Según cálculos preliminares del Ministerio para la Transición Ecológica de España sobre el impacto de esta regulación en los precios de los combustibles, el coste por litro de gasolina podría incrementarse entre 25 y 40 céntimos de euro, dependiendo de las condiciones del mercado y la implementación final de las medidas.
Esto se traduce en que llenar un depósito de gasolina de un turismo convencional podría costar unos 15 euros más en comparación con los precios actuales. En términos generales, el precio del litro de gasolina en 2030 podría acercarse a los dos euros, un nivel que no se alcanzaba desde hace años.
Según informa Voz Pópuli, el impacto no solo afectará a los conductores particulares, sino también a la economía en su conjunto, ya que los costes energéticos impulsarán la inflación industrial y elevarán los precios de bienes y servicios. La subida de los impuestos a las emisiones de CO2, junto con la ampliación del mercado de derechos de emisión, hará que el coste de la energía sea cada vez más alto, afectando especialmente a sectores que dependen del gas para calefacción y otros usos industriales.
Los cálculos no parecen exagerados ya que el nuevo régimen de comercio de derechos de emisión que, en su fase inicial, ya ha provocado un incremento en los costes energéticos y en la inflación industrial. Además, la futura ampliación del mercado europeo de emisiones a sectores como el transporte y la construcción, prevista para 2027, añadirá nuevos costes a los combustibles y a la energía en general.