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Opciones para empezar a invertir si no eres millonario: vinos, arte, relojes y otros activos más asequibles

Vega Sicilia, UNICO, 2014, DO Ribera del Duero
Vega Sicilia, UNICO, 2014, DO Ribera del Duero. Una buena inversión. Telecinco.es
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Invertir ya no es un terreno reservado solo para las grandes fortunas. Cada vez son más las personas que buscan diversificar dónde tienen metido su dinero, invirtiendo en activos bien distintos a los consabidos productos financieros… Y sin necesidad de realizar grandes desembolsos. Desde botellas de vino que se revalorizan con los años hasta obras de arte o relojes de lujo “entry-level”. Lo cierto es que existe un buen puñado de alternativas reales que permiten a los pequeños inversores combinar rentabilidad y sus propias pasiones.

Vino: una inversión que se bebe… pero mejor guardarla

El vino de calidad ha pasado de ser un capricho solo al alcance de coleccionistas para convertirse en un activo con recorrido demostrado. Según un informe publicado por la plataforma especializada Cru Wine, los vinos de inversión han registrado rendimientos de entre un 8% y un 10% anual durante la última década. Datos similares ofrece Vin-X, que cifra en un 146% el crecimiento de valor de ciertas botellas en diez años, hasta el cuarto trimestre de 2023.

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Y lo más interesante es que ya no hace falta comprar una caja de Romanée-Conti o Vega Sicilia para empezar este viaje. Existen plataformas, como Seedblink que permiten empezar a invertir en vino con muy poco dinero, gracias a sistemas de participación fraccionada.

Eso sí, no todo es brindar. También existe una serie de riesgos de los que debemos ser conscientes: el vino requiere condiciones óptimas de almacenamiento, hay que asegurarse de la autenticidad de las botellas y asumir que no es un mercado especialmente líquido. Aún así, en contextos de inflación o incertidumbre, su baja correlación con otros activos lo hace interesante para diversificar.

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Arte emergente: la belleza también puede revalorizarse

El arte asequible vive un momento dulce, con un mercado cada vez más abierto a nuevos perfiles de compradores. Según un análisis reciente, la venta de obras contemporáneas por debajo de los 5.000 dólares ha crecido de forma sostenida durante los últimos años. Pero para empezar ni siquiera hace falta llegar a esa cifra.

Desde la firma Elite Anywhere explican que se puede invertir desde unos pocos cientos de euros en impresiones limitadas o piezas de artistas emergentes. También existen plataformas de compra fraccionada, como Masterworks, que permiten adquirir participaciones en obras de arte cotizadas sin tener que adquirirlas completas.

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Eso sí, como recuerdan desde Hamilton Selway Gallery, hay que tener en cuenta que existe una serie de ‘peros’, como los costes de transporte, seguros y conservación, así como el componente subjetivo: el valor de una obra depende muchas veces del gusto y de la moda más que de métricas objetivas. Aún así, como activo decorativo y patrimonial, pocos rivales tienen su mezcla de placer estético y potencial retorno.

Relojes: el tiempo también es dinero

Los relojes mecánicos han sido durante años un símbolo de estatus, pero también pueden funcionar como inversión. El índice Knight Frank Luxury Investment Index recoge que los relojes de lujo han tenido un retorno del 147% a lo largo de la última década, posicionándose como uno de los activos de lujo más rentables.

Rolex Rainbow Daytona

Pero no hace falta tener un Rolex Daytona para empezar. Modelos como el Oris Aquis Date o el Tudor Black Bay Fifty-Eight aparecen en las listas de Bob’s Watches como opciones de entrada, con precios entre 1.000 y 3.000 dólares. En esa franja se sitúan también marcas reconocidas por su precisión y estética, con buenas posibilidades de reventa.

Los factores a vigilar: autenticidad, estado de conservación y mantenimiento y reventa. Los modelos automáticos con historia o ediciones limitadas suelen mantener mejor su valor. Pero un mal estado de conservación puede depreciar notablemente la pieza.

Otros activos que no exigen gastarse una fortuna

Más allá del vino, el arte o los relojes, existen otras vías de entrada al lujo o al coleccionismo con presupuestos bajos. Los expertos destacan la inversión en accesorios de lujo como bolsos, gafas, pequeñas joyas o artículos de cuero como una puerta de entrada asequible.

Además, como hemos dicho más arriba, existe la posibilidad de acceder a plataformas que permiten la inversión fraccionada en carteras diversificadas de activos alternativos, como el vino (caso de WineFi) o el arte contemporáneo. En este modelo, se invierte una cantidad pequeña para participar en un fondo o cartera gestionada de forma profesional.

Cómo decidir si te compensa

Antes de lanzarse a este tipo de inversiones, los expertos recomiendan reflexionar sobre seis aspectos básicos:

  • Presupuesto realista: Si solo se dispone de 1.000 a 5.000 euros, es mejor diversificar en piezas pequeñas o usar plataformas fraccionadas.
  • Horizonte temporal: Estos activos no son para especular a corto plazo. La revalorización suele llegar a partir de los 5‑10 años.
  • Costes ocultos: Seguros, conservación, autenticación o comisiones pueden reducir el beneficio.
  • Liquidez: No todos los activos se venden con rapidez. Algunos mercados son lentos y exigentes.
  • Diversificación: No poner todo en una sola botella, artista o modelo.
  • Valor emocional: Parte del atractivo es el disfrute personal. Si no hay rentabilidad, al menos que quede belleza.

La idea de que solo los ricos invierten en activos exclusivos empieza a quedar obsoleta. Hoy es posible empezar con cantidades modestas en sectores tradicionalmente reservados a las élites. Pero el acceso más amplio no elimina los riesgos: se requiere formación, paciencia y buen criterio. La inversión en activos de “pasión” puede ser rentable, pero sobre todo, debe ser razonable. Porque invertir sin ser millonario sí es posible, pero no debe hacerse como si uno lo fuera.