{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
España es un país de enchufes, pero se nos da mal crear una red de contactos profesionales, es algo que parece contradictorio pero existe una gran diferencia entre ambos. Mientras que en el primero no se valora el trabajo sino que es un ‘favor’ que nos hacen por ser hijo o sobrino de más allá del dominio de la materia, en el segundo lo único que se valora es la profesionalidad y conocimiento.
Nuestro país se encuentra entre las cinco naciones del mundo donde a la gente le resulta más difícil superar la falta de redes profesionales para acceder a un trabajo junto con Brasil, Italia, China y Japón.
En países como Estados Unidos o Canadá las redes de contactos profesionales, o como ellos lo llaman el ‘networking’, es algo imprescindible y lo trabajan durante años para poder conseguir un buen puesto de trabajo.
Según el último informe de Linkedin ‘LinkedIn Opportunity Index 2020’, un 76% del promedio mundial está de acuerdo en que conocer a las personas adecuadas es clave para salir adelante en la vida, pero solo un 22% afirma buscar activamente oportunidades de red de contactos profesionales.
Entonces, ¿qué hacemos mal los españoles? María Gª. Soriano, del departamento de comunicación de AYCE LABORYTAX, empresa especializada en consultoría y asesoría, asegura que "no se nos da mal, pero sí que es cierto que todavía solemos inclinarnos por opciones más tradicionales, escogiendo antes a contactos conocidos o recomendados"
Si los españoles suelen ser conocidos mundialmente por su carácter abierto y facilidad para entablar conversación en cualquier lugar, no debe existir tanta diferencia en tejer una red profesional a una personal. Soriano cree que ambas redes tienen más en común de lo que pensamos ya que "las empresas están formadas por equipos de personas y esas personas son con quienes se contacta o se tiene relación profesional para comenzar a tejer esa red".
En cualquier empresa por la que hayamos pasado hemos conocido el caso en el que un trabajador ha venido de la mano de un jefe u otro trabajador de la empresa, y los comentarios sobre su llegada y su suerte no se han hecho esperar, pese a que no se haya esperado ni unos días para conocer la valía y profesionalidad de este recién llegado.
La experta afirma que "no es que esté mal visto pero sí que no se mira de igual modo a un trabajador que ha pasado por 2, 3 o 4 fases antes de llegar a un puesto de trabajo; que a otro que ha llegado recomendado a través de conocidos sin pasar por ese proceso de selección".
La Real Academia de la Lengua define el enchufismo como: ‘Corruptela política y social que favorece a los enchufistas’, una palabra coloquial que utilizamos muy a menudo en el ámbito político y en nuestro entorno laboral.
Soriano cree que "en España sigue existiendo el enchufismo, pero que afortunadamente, se practica menos. La gente cada vez está más preparada y más formada para incorporarse al mundo laboral. Los méritos propios, no se le pueden negar a ningún candidato"
Así mismo nos revela la diferencia entre lograr un trabajo a través de cuidar las redes del networking o hacerlo a través de amigos que faciliten un enchufe: "La diferencia es básicamente una sola. Cuidar nuestras propias redes, depende de uno mismo. Confiar en que sean otros los que nos referencien, no depende solo de nosotros, sino también depende de ese amigo, y de la percepción que la otra persona tenga de nosotros a través de ese conocido. Es decir, en el caso de ser referenciados, existe un intermediario. Al ‘vendernos’ de manera directa, todo se hace más personalizado y con más cuidado, porque solo dependes de ti"
La mayoría de profesionales tienen perfil en Linkedin, la red de contactos profesionales más famosa, pero pocos reciben ofertas de trabajo a través de ellas porque muchas veces no sabemos utilizarlas correctamente.
María Gª Soriano recomienda que "un perfil en Linkedin debe ser exclusivamente profesional, porque para todo lo demás, ya existen otras redes sociales. En él, debemos reflejar nuestra experiencia laboral siendo transparentes y reales, sin necesidad de mentir. Permanecer actualizado con publicaciones que tengan que ver con nuestra profesión o nuestro sector de trabajo, y mantener el contacto con empresas y compañeros de trabajo; puede ayudarnos a corroborar nuestra profesionalidad y nuestra experiencia". Todo para no depender del enchufe.